En el tenis la hora de la verdad llega cuando se disputan los puntos que pueden decidir un partido. En la gran mayoría de ocasiones los grandes jugadores se distinguen de otros en que en esos momentos no se arrugan y el brazo no se les encoje. Saben jugar bajo presión e incluso en algunos casos se sienten hasta cómodos. El momento de máxima tensión llega en los Tiebreak.
El Tiebreak es el desempate en el mundo del tenis, lo que sería la muerte súbita.
En el tenis no hay empate posible y sólo puede haber un ganador.
Por ese motivo en los partidos se debe vencer por una diferencia de al menos dos juegos y si se llega con empate a iguales al sexto juego (menos en el último set de los Grand Slam) se disputa el Tiebreak.
De esta forma los partidos no se eternizan y se juega un juego distinto al sistema habitual del 15-30-40.
Este sistema del Tiebreak consiste en que ganará el juego definitivo de desempate el jugador que llegue antes a 7 puntos ganados en ese último juego de desempate.
Si llega el Tiebreak ese momento puede ser el de máxima tensión para los jugadores en un partido.
Ante esa tensión hay un jugador que es el más efectivo por el momento de la historia.
Arthur Ashe es el tenista más efectivo en los Tiebreak de la historia con un 64,9 % de victorias.
Venció en 159 partidos y tan sólo perdió en 86.
El jugador norteamericano fue uno de los grandes de su época llegando a ganar tres Grand Slam diferentes.
Sólo le faltó por vencer en Roland Garros para completar el Grand Slam.
Con 33 Títulos en su palmares Ashe era todo un sinónimo de seguridad en el último juego de los sets, en el momento de la verdad donde se decidían las victorias.