El tercer vagón

Publicado el 08 enero 2013 por Miguelangel

Deambuló por el largo vestíbulo de la estación con la parsimonia del que espera la hora de salida. Se entretuvo prestando oídos a los mensajes por megafonía que anunciaban la partida o llegada de los trenes. Caminó hacia el andén donde el convoy aguardaba a los últimos pasajeros. Llegó hasta el tercer vagón y esperó. Se sentía como si acabara de perpetrar un crimen y necesitara escapar. Respiró profundo, como un par de horas antes frente a la ventanilla del banco, y subió. Dos cosas le preocupaban en esos momentos: pagar el billete y deshacerse de la pistola.