Que ya han cortado. El Terro y su churri, digo. Y yo he sido la última en enterarme. Porque, a pesar de lo colgado que parecía, el Terro no ha hecho un drama del tema. De hecho, me enteré sin querer. Recojo a mis hijos del colegio. Los dos hablan a la vez. Los dos quieren contarme todo lo que les ha pasado en el día. - Mami, que es que el Terrorista me interrumpe siempre - gimotea Susanita, que me está contando que en clase de Plástica han elogiado uno de sus dibujos. - Es que yo estaba hablando primero. - No, yo - No, yo - Mamiiii, ¿verdad que yo estaba hablando primero? Y yo, viendo que se montaba la de Dios, medio entre los dos. - A ver, por turnos. Susanita, termina lo que estabas diciendo. - Si ya he terminado... Afortunadamente, los espejos retrovisores son seres inertes porque si no, el mío se habría acojonado y habría salido huyendo ante mi mirada incendiaria. - Bueno, Terro, pues cuéntame tú. - Pues que Andrés quería entrar a jugar en el equipo de Patricia porque quiere ser su nuevo novio.. - Espera, espera, un momento. ¿Andrés quiere ser el nuevo novio de Patricia? Pero...¿el novio de Patricia no eras tú? - pregunto. - Bueno, sí, ERA. - ¿Ya no? - No - ¿Por qué?¿Qué ha pasado? - que vosotros diréis que debería suspirar de alivio, pero a mí es que el efecto culebrón me puede. - Pues no lo sé - contesta mi hijo, encogiéndose de hombros - El otro día vino, me dijo "Tenemos que hablar" y me largó UN ROLLO.... - ¿Un rollo? - le animo yo, conteniendo la risa de que las relaciones sean igual con 7 años que con 20. - Sí, que si eramos muy pequeños para ser novios y bla,bla,bla. Reconozco la mano de la madre de Patricia detrás de las razones para dejar de ser la "novia" del Terro. - Si, la verdad - asiento, apoyando a mi "consuegra" -Sí que que sois muy pequeños. - Me dijo - explica el Terro - que se lo pidiera cuando tuviéramos 16 años. ¡Cómo si yo supiera dónde voy a estar cuando tenga 16 años! Le largué una carcajada y cambié de tema. Y es que el Terro es un hombre. Mini, pero XY hasta la médula.
Que ya han cortado. El Terro y su churri, digo. Y yo he sido la última en enterarme. Porque, a pesar de lo colgado que parecía, el Terro no ha hecho un drama del tema. De hecho, me enteré sin querer. Recojo a mis hijos del colegio. Los dos hablan a la vez. Los dos quieren contarme todo lo que les ha pasado en el día. - Mami, que es que el Terrorista me interrumpe siempre - gimotea Susanita, que me está contando que en clase de Plástica han elogiado uno de sus dibujos. - Es que yo estaba hablando primero. - No, yo - No, yo - Mamiiii, ¿verdad que yo estaba hablando primero? Y yo, viendo que se montaba la de Dios, medio entre los dos. - A ver, por turnos. Susanita, termina lo que estabas diciendo. - Si ya he terminado... Afortunadamente, los espejos retrovisores son seres inertes porque si no, el mío se habría acojonado y habría salido huyendo ante mi mirada incendiaria. - Bueno, Terro, pues cuéntame tú. - Pues que Andrés quería entrar a jugar en el equipo de Patricia porque quiere ser su nuevo novio.. - Espera, espera, un momento. ¿Andrés quiere ser el nuevo novio de Patricia? Pero...¿el novio de Patricia no eras tú? - pregunto. - Bueno, sí, ERA. - ¿Ya no? - No - ¿Por qué?¿Qué ha pasado? - que vosotros diréis que debería suspirar de alivio, pero a mí es que el efecto culebrón me puede. - Pues no lo sé - contesta mi hijo, encogiéndose de hombros - El otro día vino, me dijo "Tenemos que hablar" y me largó UN ROLLO.... - ¿Un rollo? - le animo yo, conteniendo la risa de que las relaciones sean igual con 7 años que con 20. - Sí, que si eramos muy pequeños para ser novios y bla,bla,bla. Reconozco la mano de la madre de Patricia detrás de las razones para dejar de ser la "novia" del Terro. - Si, la verdad - asiento, apoyando a mi "consuegra" -Sí que que sois muy pequeños. - Me dijo - explica el Terro - que se lo pidiera cuando tuviéramos 16 años. ¡Cómo si yo supiera dónde voy a estar cuando tenga 16 años! Le largué una carcajada y cambié de tema. Y es que el Terro es un hombre. Mini, pero XY hasta la médula.