Lo de los partidos políticos de izquierda es algo que llama la atención de verdad, llama la atención porque cada vez les entiendo menos, no es que esté más o menos de acuerdo con sus posturas, es que no las entiendo. Resulta que, en general, estos partidos son partidos en los que sus militantes son ateos, o como mínimo agnósticos. Se pasan el día criticando a los miembros de la Iglesia Católica y a sus fieles, pero cuando llegan estos islamistas no sólo les defienden, prácticamente les justifican. Entienden que los inmigrantes de esa creencia religiosa tienen el derecho de mantener sus costumbres y nosotros el deber de amoldarnos a ellas, curiosamente no al revés. Debemos amoldarnos a sus costumbres, permitiendo que las niñas acudan con el velo al colegio y abriendo el mayor número de mezquitas posibles mientras para la religión católica cosas similares a estas serían criticadas.
Me resulta chocante todo esto a no ser que sea únicamente por el habitual deseo que tienen los partidos de izquierda de tocar las narices. ¿Eres católico, te gusta esto, no estás de acuerdo con esto otro? Pues nada, yo voy a procurar hacer lo contrario, simplemente para tocarte las narices, simplemente por llevar la contraria, no por nada, llevar la contraria a los practicantes y creyentes de la religión católica está muy de moda, quedas muy bien con tus compañeros y camaradas. Después también queda muy bien decir que estás a favor de los derechos de la mujer o de los derechos de los homosexuales, consideraremos los ahorcamientos de unos y las lapidaciones de otras a manos de los islamistas como un simple accidente.
Pues aquí les tenemos a los asesinos y sinvergüenzas del Estado Islámico, aquí al lado están. Me imagino que en caso de aparecer por aquí algún líder de izquierdas español le daría una palmadita en el hombro, claro son tan de los nuestros. Será uno de esos líderes de izquierda que contestaría en aquella famosa encuesta de si estaría dispuesto a defender España que no, y con estos menos todavía. Pero no os preocupéis, los que si estaríamos dispuestos a defender España, defenderíamos España aunque supiéramos que en el cupo de lo que hay que defender también estarían incluidos personajes como esos flamantes líderes de izquierda.