Camino por calles desoladas y mundos imposiblesmundos que carcomen la piel y carcomen el alma del que sueñahay cactus y espinas al pie del camino;ríos secos, ríos secos y serpeantes; piedras azulespájaros alborotados que rompen el silencio.pájaros y remolinos que lo arrastran todoárboles de copas caídas, vientos solitariossoles, estrellas, cometas; astros que ya no abren caminosVocesvoces y quejidos que desgarran el almavoces y sonrisas, llantos que perforan oídos y perforan la noche y perforan al vientovoces santiguadas que acallan al que sufre:
"Ay, la nada!Ay, la ruina atesorada!Ay, dolores que no se quejan!Dolores que perpetúan sus quejas infinitasinsectos dolorosos que caminan bajo el manto del que sufre
Palabras, gemidos: música de lo imposiblemiserias infinitas que marchitan al hombre.
Vuelvo hacia atrás con los ojos tristes y apagadosy alcanzo el horizonte ya perdido¿Qué hay más allá de los mundos invisibles?¿Qué hay más allá de los mundos imposibles?¿Qué hay más allá de las posibilidades abstractas?
Hay árboles caídos y bosques que agonizanhay los recuerdos y el polvoel hueso sobre el hueso bajo el Sol que arde.
Hay el canto de un pájaro solitario que se desvanece con el polvohay los recuerdos y la tristeza, las nostalgias y las penashay hombres perdidos en el polvohay nombres perdidos en el tiempohay el sexo y los senos tristes y marchitos por la tardey la voz triste que ya no cantala voz cansada y triste que se apaga.
Hay presagios y prodigios grandespalabras que navegan veinticuatro horasmás allá de las nostalgiasen el horizonte ya perdido.
Hay catedrales que suplican catedralesPaisajes escondidos que suplican nunca ser descubiertos.Hay el hombre que machaca al hombrehay los pasos que retiemblan al finpasos que oprimen las miserias imperialeslos golpes de los golpes del hombre contra el hombrey las políticas rutinarias y la miseria y el llanto.
Pero un día, antes de que se acabe el tiemponacerá de la luz y del vientre de la tierranacerá del agua y del polvode la piedra y de las cenizasnacerá de la flor de retama el niño que no llore por una madre ausenteel hombre humano que no machaque al hombre.
Y el tiempo y la nochey la muerte y la viday el cielo y la tierraararán los surcos, la senda del hombre redimidoy no bastarán los mundos invisiblesy no bastarán los mundos imposiblesno bastarán las posibilidades abstractas.
¡Oh cielo impúdico descorazonado!¡Ah victoria foránea que aparece y se desvanece!