La posibilidad de renovación de tu ser es enorme cuando permaneces, al menos por algunos instantes, consciente de tu unión con la Totalidad. Aunque tu mundo mental se haga presente, no provoca ningún movimiento.Vivencias de paz van impregnándote. Ocurren naturalmente y traen una quietud estable, suave y saludable, que todo lo serena y cura.Cada vez que el mundo formal es impregnado por energías superiores, se aproxima un poco más a la Perfección Divina.La humanidad está ante un ciclo en que las puertas del Cosmos se abren, y puede asumir conscientemente su parte en ese Universo Mayor. Por eso tienes la impresión de que algo flota en el aire, a punto de suceder. El tiempo de los milagros ha llegado.Fuente: Vientos del Espíritu, Trigueirinho