La revolución industrial que tuvo su origen en Inglaterra se fue expandiendo hacia los países más atrasados. En el siglo XIX el despegue industrial se extiende por doquier. Las ideas de regeneración y utopía acompañaran al industrialismo.
En España, fue Catalunya el territorio más receptivo al industrialismo pero no el único. Un sitio singular donde se apostó por las novedades fue la colonia agroindustrial de Santa Eulalia en la provincia de Alicante, entre Villena y Sax (A31. Km 191).
El conjunto no se limitó a la actividad económica: los restos del teatro, su urbanismo, y palacetes ponen de manifiesto que preocupaba algo más que la mera explotación del territorio y las personas.
Dos nobles progresistas pusieron en marcha el proyecto: los terrenos del Conde Alcudia y los conocimientos del Vizconde de Alcira, que era ingeniero. En 1887, Santa Eulalia ya había sido declarada Colonia Agrícola de Primera Clase. A partir de 1925 ya no se recuperara de su decadencia.
La Colonia llegó a tener parada de ferrocarril, oficina de correos, fábricas de harinas y de alcohol, bello teatro, molinos de viento, azudas con acueducto,…. Su diseño fue racional y planificado.
No solo en Itálica se siente el implacable devenir.