El tiempo perdido a su lado

Por Mamacurra @MamaCurra
Que soy una inadaptada en estas tierras es algo que ya sabemos todos. Pero todavía me ocurre -después de casi tres años aquí- que la gente no lo entienda y, sin comerlo ni beberlo, me vea dando explicaciones a alguien que me resbala, sobre lo bien que se come en España -no me vayas a comparar- o lo divertida y cercana que es la gente en mi querido país… Y sí, aún hay quien trata de descubrirme nuevos mundos a los que agarrarme -como la suerte que tengo de vivir una experiencia así, el bilingüismo de mis cachorros…- sin darse cuenta que esos mundos los descubrí hace la pera de tiempo y gracias a ellos sigo dando guerra.Tengo comprobado que sólo hay un argumento con el peso suficiente como para que al mencionarlo se caiga por la borda cualquier bilingüismo, experiencia o pepinillos en vinagre: cada vez quemenciono a Paquita. Cuando hablo de ella el mundo me entiende y dejo de sentirme una floja expatriada y desagradecida. Y es que pensar que hemos vivido a más de 7000 km de distancia los últimos tres años es una mierda de las grandes. Y perderme su mal humor todas las mañanas, sus miedos con los exámenes, su ilusión por un viaje, su pavo de veinteañera, su nuevo novio (o lo que sea), o sus ganas de comerse el mundo… A pensar de las buenas comunicaciones que disfrutamos hoy en día o de ese hilo invisible que siempre siempre une a una madre con su hija -estén donde estén- a pesar de eso, ay… ¡Es una tremenda mierda!Así que, aquí dejo testimonio de que a veces las cosas no son lo que parecen y que por mucho bilingüismo y mucha experiencia que me ofrezca la vida en Miami, creo que nunca compensará todo lo que echo de menos a Paquita, ni el tiempo perdido a su lado. 
Y dicho esto, espero dejar de recibir charlas sobre adaptación en USA por favor.

Paquita dibujada por Currito