*Contiene spoilers del libro anterior*
Después de los terribles sufrimientos a los que la ha sometido Vaughn, Rhine consigue un aliado inesperado en Reed, hermano de Vaughn e inventor excéntrico. Refugiada en su destartalado hogar, Rhine no consigue olvidar a las personas que ha dejado en el camino. Gabriel, Cecily y Linden siguen en su memoria y en sus sentimientos más profundos. Mientras tanto, Rowan se involucra cada vez más en la resistencia y Rhine debe encontrarlo antes de que haga algo irreparable.
Pero lo que descubre en el camino puede tener consecuencias alarmantes tanto para su futuro como para ese pasado que sus padres nunca habían tenido oportunidad de explicarle. Pero debe darse prisa: en el mundo en que vive, tanto su vida como la de los demás tiene una fecha de caducidad muy próxima. En 'Ruptura', la estremecedora conclusión de la Trilogía del Jardín Químico, Rhine verá todas sus certezas destruidas para siempre.
Tengo un relación de amor y odio con esta trilogía, el primer libro me gusto, el segundo solo el final y este tercero admito que me frustro al inicio a tal grado que pensé en dejarlo, pero por una extraña razón, siempre sentí una obsesión con el gemelo de Rhine. Quizá es porque el gran objetivo de la protagonista es llegar hacía o simplemente tenía la esperanza de que Rowan le diera más sentido a la historia .... No lo sé, pero solo por él me obligue a seguir leyendo.
-De habértelo preguntado, ¿habrías querido nacer? -dice sin despegar los ojos de la carretera.
-Sí -afirmo sin saber lo que iba a responderle hasta que he abierto la boca.
[...]
-Sabía que ibas a responderme eso -afirma.
- ¿Y tú?
-Ya no lo sé -admite-. A veces oigo a Cecilia cantar las palabras de ese poema: <>, y creo que refleja cómo es la vida. Creo que es un error intentar alcanzar algo que nunca sucederá. Pienso que fue muy cruel por mi parte tratar de tener hijos. Ahí fuera no queda nada, Rhine. El mundo ya no existe. No queda más que agua llena de cosas muertas. ¿Por qué seguir intentando llenar el espacio vacío?
Como ya les decía, desde el primer libro el objetivo de Rhine es regresar junto a su gemelo, pero para llegar a él no solo tiene que luchar contra un mundo donde los jóvenes se están extinguiendo, sino que su mayor enemigo es su suegro, quien es un loco científico que supuestamente está decidido a encontrar la cura a la enfermedad que consume a los jóvenes.
Pero en este mundo no existe el bien ni el mal, porque no es más que el mundo que alguien creó llevado por su idea de perfección, y cuando esa perfección no ocurrió, se desentendió de nosotros y nos abandonó a nuestra suerte.
Una vez más la autora tiene un gran fallo en su escritura, pues siento que se alarga demasiado a tal grado de resultar pesado y cuando en realidad tenía que alargarse y explicarse bien, solo nos comenta las cosas de pasada.
Este error de ella lo ha venido cargando desde el primer libro y estoy algo decepcionada con ello pues creo yo que ya con tres libros la autora debería haber podido corregir esto.
A lo largo de la historia hay momento bastante perezosos pero hay otros que me tuvieron pegada al libro y mordiéndome las uñas.
Otra cosa que tengo que destacar es la evolución de los personajes , en especial el de Cecilia, esta hermana esposa de nuestra protagonista que en el primer libro solo era una adolescente molesta y tonta. En este tercer libro Cecilia ha madurado ENORMEMENTE, incluso más que nuestra protagonista. De hecho hasta me caía mejor que Rhine xD
Y lo que más me gusto del libro, es que el amor tiene un papel totalmente nulo. En los primeros libros el amor que sentía Rhine por Gabriel y Linden a veces volvía tediosa la cosa, por eso que en esta entrega nuestra protagonista se centrara en las cosas que de verdad importaban y no en sus enamoramientos me ha parecido genial .
Nunca quise vivir eternamente, sólo lo suficiente-declara.
Y el último párrafo de la historia.... Creo que es uno de los mejores cierres de una trilogía que he leído.