Con internet y la ya consagrada era de las comunicaciones surgen infinidad de timos. En los escritores que empiezan y buscan el éxito o como mínimo ser reconocida su obra ha nacido el problema de las editoriales fraudulentas. Estas editoriales ejercen el llamado concepto de "coedición", en el cual el autor debe de aportar cierta cantidad económica para que la editorial publique su novela. En cuanto alguien os pida dinero tened en cuenta que os encontráis ante una estafa o, como mínimo, un abuso de confianza.
Pero ¿cómo funciona el proceso? Veámoslo.
Fase uno. La captación.
Existen en infinidad de webs empresas que se definen como editoriales que apuestan por escritores noveles. Te invitan a que te pongas en contacto con ellas, que envíes tu trabajo y que esperes. Su web, sus escritores en nómina, sus puntos de venta en grandes superficies y su supuesta seriedad te dan confianza. Observas su catálogo y compruebas que, en efecto, han publicado muchas novelas de autores desconocidos como tú. En este momento tu ilusión y tu esperanza por ver publicada la novela es un arma de doble filo que ellos saben utilizar en su propio provecho. Así que decides enviar tu manuscrito y esperas.Al cabo de un tiempo recibes un correo donde te ponen a la altura de Cervantes. En algunos casos no tardan ni 24 horas en contestar, como si tuvieran en su plantilla un ejército de críticos literarios. Hablan de lo maravillosa que es tu historia y te emborrachan con piropos y florituras. En otras palabras, juegan con tu ilusión. Insisten en la necesidad de concertar una cita contigo, de firmar un contrato o de desplazarte a sus oficinas. ¡Parece que tu momento ha llegado!Fase dos. El contrato.
Normalmente los autores poco ganan con las editoriales tradicionales. Lo normal es que se negocie un 8% de las ventas totales, información que no se suele tener acceso y con un pago anual. A todo esto, quítale los impuestos. Con las editoriales fraudulentas es mucho peor. El % se negocia a partir de una cifra determinada de libros vendidos (pongamos que 100 unidades), suele rondar por el mismo porcentaje o incluso mayor para incentivar al iluso escritor, y suele durar 5 años o más. Pero hay más sorpresas.
Es entonces cuando si no has leído la letra pequeña te das cuenta que los gastos de edición corren a tu cuenta, que ellos sólo se encargan de los gastos de distribución (a veces incluso ni eso). Ante la primera decepción decides seguir adelante. Compras cierta cantidad de ejemplares, no suele ser menos de cien, y te dedicas a venderlos en librerías, entre familiares, etc. Asistes a presentaciones donde estás tu solo y, si por un milagro lo consigues, vendes todo lo que has comprado.Por supuesto, tu círculo de amistades, familia y conocidos es limitada, así que ya nadie más comprará tu novela. Si encuentras tu libro en la estantería de un Corte Inglés o de un FNAC, eso sólo durará dos meses como mucho, y no sabrás nunca cuantos libros has vendido fuera de tus propias ventas. Esa información es reservada y no tienes acceso a ella. Si decides vender más libros por tu cuenta (¡insensato!) la editorial fraudulenta te ofrecerá una tirada menor pero, eso sí, a mejor precio. El trabajo duro y el capital, sin embargo, sigues poniéndolo de tu parte.También es posible que te encuentres con tu novela publicada en librerías virtuales o incluso en Amazon sin tu conocimiento. Es posible que las librerías vendan tu libro y repongan ediciones sin tu conocimiento. Y es muy posible, muy posible, que hagas el trabajo de una editorial para que esa empresa cobre por nada.
Fase tres. Rendición.
Entonces te encuentras que has sido utilizado, que tu novela apenas se ve y que te has dedicado el último año a hacer gran parte del trabajo de una editorial (promoción, distribución, venta,..), que has pagado por algo tuyo y que, encima, te encuentras con las manos atadas por un contrato abusivo. ¿Qué puedes hacer?
Denuncia a la justicia, hazte eco de tu caso en las redes sociales, negocia con la editorial en cuestión, ponte en contacto con otros escritores que han sufrido el mismo caso,... pero sobretodo sigue escribiendo, no lo dejes. Porque te gusta. Mucho cuidado con las editoriales que prometen el oro y el moro. Comprueba que estén registradas en el ISBN y que tengan el CIF correspondiente. Incluso con el beneplácito del departamento de Cultura del estado deberíais sospechar. Los vacíos legales están para llenarlos, y estas empresas se aprovechan de ello. Pero sobretodo desconfiar si tenéis que aportar dinero. El trabajo de una editorial decente es, entre otras muchas cosas, arriesgarse económicamente. Cualquier editorial seria entiende esta faceta de su negocio. Es por eso por lo que se miran tanto y tanto los centenares de manuscritos que caen en sus manos. Cuidado con los tiempos que corren. Hoy más que nunca existen desalmados que viven de la ilusión de los otros y no dudarán en aprovecharse de nuestra inocencia.
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