Pero le salieron las balas por la culata, porque tanta exageración en los términos, tanta prosopopeya, tanto teatro, tantas falsedades, tanto odio reconcentrado, tanta tensión y tanto tomarnos por completamente idiotas, al final han estallado.
Ayuso es nuestra Agustina de Aragón. Es valiente, es honesta, es natural, es trabajadora, siente como todo buen gobernante (de esos que nos hacen tanta falta) los problemas del pueblo como suyos y los gestiona sin dilación. Pero todo su buen hacer no hubiera servido para tanto sin la inestimable colaboración del moño, moñe, moña, y de “Pablo: tenemos 12 días para ganar a la Derecha” (uniendo con esta frase aparentemente inocente), su destino al de los morados, pensando en ponerse morado de votos con ello), del desvergonzado de Tezanos y sobre todo, de Pedroooooo, Pedra, Pedre el desenterrador y sus mentiras y más mentiras y mas y mas mentiras y sed de venganza y revanchismo y anclaje en guerracivilismo y prepotencia y pedantería y “Ahora te cierro Madrid y aquí el que manda soy yo”.
El triunfo de Ayuso ha sido una muestra de agradecimiento de quienes necesitan dar de comer a sus hijos manteniendo su trabajo.
Gracias Isabel. Que los analistas den las vueltas que quieran a tu triunfo pretendiendo encontrar otros motivos diferentes para disculpar a quienes lo hicieron rematada e incluso cruelmente mal, atacándote como una jauría furiosa.
Yo, como tantos y tantos que amamos la libertad, también te he votado, sencillamente porque TE LO MERECES y punto.