Los domingos en HBO podrían definirse como la noche de los “white people problems”. Con ese combo formado por Girls, Looking y Togetherness, HBO nos ha estado dando a lo largo de estas últimas semanas una noche temática protagonizada por unos personajes a los que a veces nos resulta muy sencillo criticar, pero con los que al mismo tiempo es tremendamente fácil conectar.
Es muy fácil criticarla por dos motivos. El primero de ellos, y el que comparten con otras tantas series de todo tipo, es el de que en teoría son series que no nos cuenta nada. No tienen un argumento en el sentido más tradicional de la palabra. No hay misterios que resolver, y ni siquiera entran en el terreno de quemar trama a lo culebrón clásico. Por supuesto, esto no significa que realmente no ocurra nada, porque sí que ocurre. Pero las cosas que pasan son difusas, no están completamente enfocadas del mismo modo que pueden estarlo en otras series.
Como digo, Togetherness, la serie de los hermanos Duplass que se estrenó a mediados de enero y que terminó hace unos días, encaja perfectamente en ese pequeño grupo de series que perfectamente podrían formar parte del mismo universo. Y, por ello, se le han puesto también las mismas pegas. Y al mismo tiempo, ha conseguido todo lo bueno que se puede conseguir cuando creas a unos personajes de este tipo y lo haces bien.
En ocho episodios, Togetherness ha conseguido darles fuerza y profundidad a cuatro personajes que en teoría no parecían tener tanto fondo. Nos caigan simpáticos o no, no podemos negar que son cuatro personajes complejos, cuatro personajes interesantes. Y lo ha conseguido sin recurrir en ningún momento a lo fácil. Porque no tiene nada de fácil poner a un personaje tan introvertido como Brett como uno de los elementos centrales de la serie. Ni es fácil conseguir que veamos lo que ocurre con Michelle desde su propio punto de vista, conseguir que todas sus circunstancias nos resulten perfectamente claras. Y por supuesto que no es del todo sencillo hacer que entendamos y nos impliquemos en las distintas relaciones entre ellos, todas tan absolutamente naturales, rotas, estupendas y demoledoras.