El tomate de verdad sólo se come en verano. Si sois de los que se les saltan las lágrimas con un buen tomate, hay que aprovechar los meses de julio, agosto y el principio de septiembre para disfrutar de todo su sabor. Sería un pecado no hacerlo.
Por eso os traemos cuatro recetas para que el tomate no falte en vuestra mesa.
Gazpacho: Esta sopa fría es muy socorrida tanto para una comida como para recuperarse de una buena resaca. Además de unos buenos tomates, hay que aprovechar que estamos en temporada de pepino y escoger uno que no esté amargo, así os saldrá un gazpacho para chuparse los dedos. A estos ingredientes hay que añadir aceite de oliva virgen extra, sal, pimiento y ajo. Una vez hecho, hay que meterlo en la nevera y dejarlo un par de horas para que esté fresquito. Servirá como alivio a los calores estivales.
Ensalada de tomate: Pocos platos hay tan sencillos de preparar que tengan tanto éxito. Para una ensalada de gran sabor, os recomendamos que probéis un tomate que está muy sabroso: el tomate rosa. Tiene una piel muy fina, que unido a su falta de acidez y a su gran cantidad de carne, lo hacen irresistible. Se puede cortar en rodajas y sólo añadiendo aceite de oliva y sal estará exquisito. Pero si le queréis poner más ingredientes a esta ensalada unas olivas negras y un poco de cebolla dulce pueden ser muy buenas compañeras.
Taboulé: Se puede comer tanto frío como tibio, pero en verano es más aconsejable que esté fresquito. Es típico del Norte de África y lleva como ingrediente principal al cuscús (aunque también se puede hacer con bulgur). Para que sea más de verano, os dejamos una receta a la que hemos añadido menta y perejil fresco. Hemos puesto tomatitos cherry, pero se puede usar cualquier tipo de tomate, cortado en dados. Aquí os dejamos la receta de taboulé fácil.
Pico de gallo: Esta receta es típica mexicana y es muy fácil de hacer. Al igual que las anteriores hay que elegir un buen tomate, que si es de huerta mejor que mejor. ¿Qué lleva? Cebolla, zumo de lima (con una pieza bastará), cilantro, chiles jalapeños y sal. Hay que cortar la cebolla y el tomate en daditos del mismo tamaño. (mejor quitar las semillas del interior de los tomates). Mezclar con el resto de ingredientes y ya estará. Es ideal servirlo dentro una tortilla de maíz. Aunque puede acompañar un gran número de platos.