El Tour de Francia empleará cámaras térmicas para detectar el dopaje mecánico

Por Rafael @merkabici

El próximo sábado 2 de julio comienza una nueva edición del Tour de Francia Mont Saint Michele. Esta es la carrera por etapas más prestigiosa a nivel mundial y este año la UCI (Unión Ciclista Internacional) ha decidido poner todos los medios necesarios para detectar posibles dopajes mecánicos durante la carrera.

El ciclismo es un deporte que siempre ha estado bajo la sospecha del doping. Y se han destapado casos confirmados de un número de corredores profesionales que han sido suspendidos durante determinados períodos de tiempo por haber dado positivo en algún control que realiza la UCI.

Es cierto que durante los últimos años cada vez aparecen menos casos de dopaje en corredores profesionales, pero sin embargo siempre hay sospechas de doping en este deporte. Y en este momento las sospechas se centran en el dopaje mecánico, es decir la instalación de pequeños motores en las bicicletas, que evidentemente otorgan una superioridad competitiva a aquel que lo lleve instalado.

Hay mucha rumorología, ya que solamente se ha detectado un caso de dopaje mecánico, en la ciclista belga Femke Van Den Driessche, que fue apartada del mundial sub-23 de ciclocross al encontrar en el interior del cuadro de su bicicleta un motor. La UCI finalmente la ha suspendido durante un período de 6 años.

Aunque es cierto que solamente ha habido un caso confirmado de este tipo de dopaje, la UCI quiere tomar todas las medidas oportunas para disuadir a los corredores de que lo utilicen. Es por ello que durante la celebración del Tour de Francia haya numerosos controles en este sentido.

Desde la organización del Tour de Francia han anunciado habrá recursos y personal suficiente como para realizar entre 3.000 y 4.000 controles. Dispondrán de un equipo profesional formado para manejar los esáneres que van a utilizar. Posiblemente estos escáneres estarán colocados tanto en la salida como en las llegadas de las etapas de la prueba francesa.

Pero como también ha habido sospechas por determinados cambios de bicicleta que se realizan durante la carrera es posible que lleven instalados escáneres en la parte trasera de las motos, o en puntos determinados del recorrido. De este modo podrían hacer controles en los puntos de la etapas que fueran más susceptibles para la utilización de estos motores.

En sistema para detectar estos motores consiste en una resonancia magnética y una pantalla en la que se puede ver si hay zonas del cuadro de la bicicleta que presentan una temperatura anormalmente elevada.

Las cámaras que se utilizan son capaces de formar imágenes a partir de emisiones de infrarrojos que nosotros no podríamos ver a simple vista. Luego aparecen representados en una pantalla mediante una escala de temperaturas identificadas con diferentes colores.

Pero no solamente utilizarán estas cámaras de resonancia para poder identificar motores en el interior de las bicicletas, sino que también habrá controles manuales, que suelen ser aleatorios en los finales de etapa.

Según la propia UCI, durante esta temporada se han realizado miles de pruebas en diferentes disciplinas. Un ejemplo de ello son las 500 pruebas que se realizaron durante el Tour de Suiza, y las más de 2.000 pruebas que se realizaron durante el Giro de Italia.

Posiblemente con este anuncio de los controles con escáneres la UCI lo que pretende es disuadir del uso de motores en el pelotón profesional. Ojalá sea así y no haya que lamentar ningún caso de dopaje, ni mecánico ni de otro tipo durante este Tour de Francia.

Recuerda que en Marchas y Rutas puedes encontrar las rutas cicloturistas que tienen lugar a lo largo de toda España.

Las imágenes de este artículo han sido obtenidas de la página oficial del Tour de Francia.