El Tour de Nibali

Por Elpedalnoticias.com

El Tour de France 2014 quedó en los pedales del italiano Vincenzo Nibali (Astana) con un margen que rozó los 8′ de diferencia. Una supremacía que hacía mucho tiempo no se observaba en la ronda gala y que restó algo de tensión al desenlace de la competición.

Hace años que el Tour de France no es resuelto con semejante superioridad. En 2009 Alberto Contador se impuso por 4′ 11” a Andy Schleck; en 2010 este último lo hizo por 3′ 1” sobre Samuel Sánchez; en 2011 Cadel Evans batió en apenas 1′ 34” al vigente campeón luxemburgués; en 2012 Bradley Wiggins se impuso por 3′ 21” a su gregario Chris Froome y 6′ 19” a Nibali; y finalmente en 2013 llegó el turno de Froome que se coronó con 4′ 20” de diferencia sobre Nairo Quintana. Menos aún estuvo cerca del margen de 58” sobre Evans que permitió a Carlos Sastre ganar el Tour en 2008 o los 23” de Contador en relación al australiano para la edición 2007. Seguramente hay que remitirse a las victorias -anuladas por dopaje- de Lance Armstrong para aproximarnos a la supremacía que ejerció Nibali en la ronda gala del 2014.

Nibali viene en franca progresión y ha entrado en el Olimpo de los pocos que lograron imponerse en las tres grandes del calendario ciclista. En 2010 lo hizo en la Vuelta a España y 2013 en el Giro d’Italia. Además, fue 2do. en el Giro 2011 y en la Vuelta 2013, y 3ero. en el Giro 2010 y en el Tour 2012. Un palmares y una regularidad sobresalientes.

A diferencia de la regla general, el ganador del Tour 2014 venía de un año discreto, sin grandes victorias en las competiciones preparatorias. Contó, además, con  los prontos abandonos de dos candidatos como Contador y Froome. Tampoco participaron Quintana ni Wiggins y Joaquim ‘Purito’ Rodríguez tomó el Tour para prepararse de cara a la Vuelta. Es decir, en principio Nibali no tenía grandes competidores a la corona -excepto Alejandro Valverde-. Sin embargo, poco de eso importará cuando la historia del mundo pedal recuerde su victoria.

El otro hecho singular fue que Nibali asaltó el liderazgo general de modo temprano y lo mantuvo a lo largo de los días. En la segunda etapa, en tierras británicas, el italiano ganó una etapa de perfil ‘Clásico’ y obtuvo el maillot amarillo. No obstante, Nibali presentó sus galones de pretendiente a la corona en una excelente etapa empedrada que “ganó” en términos de la clasificación general gracias al inteligente trabajo de Astana. Allí “abrió hueco” respecto al resto de favoritos. En el resto de la competición, excepto el interludio de Tony Gallopin, Nibali fue el líder absoluto. En total, vistió el maillot 19 de las 21 etapas del Tour, ganó 4 etapas y no tuvo inconvenientes en la alta montaña. Algo impresionante.

Con 29 años de edad, el corredor de Astana está en el ápice de su rendimiento. Es el paso más importante de una destacada trayectoria acreditada con grandes resultados en el Giro, la Vuelta y otras importantes competiciones del calendario (Tirreno-Adriático 2012 y 2013, por ejemplo). El reto, como es habitual, será defender el Tour el próximo año. Por diferentes razones pedalistas de la talla de Contador, Evans, Wiggins y Froome no pudieron hacerlo. ¿Podrá Nibali?

El “caso Nibali” demuestra como la dedicación y el profesionalismo pueden otorgar buenos resultados. En otros tiempos, las suspicacias de dopaje de acuerdo a la magnitud de las diferencias, hubieran estado a la orden del día. Esperemos que este no sea el caso y que tampoco existan razones para que sea de otro modo. Nibali ya triunfó en el Giro y la Vuelta; ahora lo hace en el Tour. Un fuera de serie, un ejemplo a seguir. Sin dudas, tras los Campos Elíseos el italiano entrará en la historia más grande del ciclismo. Aquella historia habitada por Fausto Coppi, Gino Bartali, Jacques Anquetil, Eddy Merckx y Miguel Indurain, entre otros pocos.

Desde El Pedal saludamos la victoria de Nibali y el excelente trabajo del Astana.