Hace unos días encontré una antigua alumna en un centro comercial. Hablando del trabajo, me cuenta que está "interna" y que "libra" cada dos viernes. Vivimos una importante crisis financiera global de la que algunos países comienzan a salir a costa del sacrificio perpetuo de otros. A escala nacional. ocurre algo parecido y, en el ámbito laboral nos encontramos con este tipo de actividades, en las que el "mileurista" es rey al lado de estos sub-trabajos. Una persona sacrifica su vida y su tiempo libre, por un empleador que en la mayoría de los casos no paga horas extras ni cotizaciones sociales.De todas maneras, por escaso que sea el sueldo, con dos días libres al mes, poco tiempo hay para gastarlo.
Nos encontramos pues, con una situación de esclavitud en un país perteneciente a la unión Europea. una situación que en vez de posibilitar el desarrollo de las personas, las enquista en sistemas de subsistencia que generan un círculo vicioso. El trabajo debe ser un mercado en el que se intercambia una fuerza laboral por dinero, un quid pro quo. Hay que trabajar para vivir, y no vivir para trabajar. Sin duda, este tipo de "relaciones laborales" perpetúan un sistema jerárquico que impide un desarrollo social sano. No hay sociedad madura mientras exista este tipo de opresión laboral, social y económica englobada toda ella bajo la necesidad de trabajar.
alfonsovazquez.comciberantropólogo