Durante varias décadas se les hizo mala publicidad a las casas de madera, en gran parte por intereses económicos de los constructores que veían una fuerte competencia en este material económico y de grandes cualidades. Una de ellas fue que eran fácilmente combustibles y se quemaban rápidamente.
La madera cuenta con características propias para enfrentar las situaciones de fuego, además se encuentra la posibilidad de realizar un tratamiento ignífugo sobre la madera para mejorar sus prestaciones. Tengamos en cuenta que la capacidad de transmitir el calor es muy baja, como también lo es en materia de conductividad. La estructura en madera también cuenta con la propiedad de una baja dilatación.
Protección ignífuga
Dentro de las característica propias de la madera en caso de incendio, que protegen a los ocupantes de un hogar, es también importante realizar colaboraciones externas para mejorar esas cualidades con tratamientos ignífugos.
Es necesario pasar sobre la madera dos capas de barniz protector contra el fuego, el mismo suele ser incoloro y solo se debe aplicar en las paredes interiores. El uso en el exterior del hogar no se recomienda, ya que el sol y otros factores ambientales eliminan los efectos del barniz contra el fuego.