Ya en Atocha os recibirán algunos los personajes de su mundialmente conocida obra “El Quijote” quienes además os acompañarán durante todo el trayecto haciendo que el recorrido pase tan rápidamente que por vez primera os dará pena llegar a vuestro destino.
Aprovechando que en el colegio mis hijos estaban tratando el tema, decidimos junto a unos amigos emprender este viaje. Además existe una oferta por la que con dos entradas de adulto una de niño es gratuita.
Mi hijo de tres años partía con la idea de que Don Quijote era un señor con la cabeza algo “chuchurría” que confundía gigantes con molinos, cuando Don Quijote creyó ver en su padre un gran molino, el pequeño se moría de risa.
Además en la estación de Atocha asistimos al nombramiento de Don Quijote como caballero por parte de los pocos niños presentes, al tiempo que a estos les dotaron de divertidos títulos como Marques de Madrid por sonarse la nariz, Princesa de Lavapiés por no olerle los pies…
La parte del tren tuvo por tanto, momentos de diversión para ellos, pero una vez nos bajamos en Alcalá fuimos conscientes de que la presencia de los niños no era adecuada ya que nos esperaban casi tres horas de detalladas explicaciones sobre la historia de la ciudad.
Finalmente se nos echó la hora de la comida de los niños encima y nos vimos obligados a apresurar la finalización de la visita guiada.
Sin embargo, pasear por las calles de Alcalá de Henares, disfrutar de sus bajos edificios, de sus terrazas y por supuesto de la compañía mereció la pena