En noviembre de 2008, en La profecía del crack bursátil, se lo advertí a todo aquél dispuesto a oir: "habrá que acostumbrarse a la tinta roja por largo tiempo", y una nueva prueba de ésto es esta gráfica de la deuda pública de Estados Unidos, que no es, como se intenta hacer creer "un fenómeno reciente", sino producto de un desorden financiero de larga data. Este es el auténtico despilfarro generado desde 1980 cuando se les hizo creer a todo el mundo que podían consumir más de la cuenta, dado que "los déficit no tienen ninguna importancia" (Ronald Reagan, 1981).
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Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización