Abramos el DIARIO DE MADRID del miércoles 14 de marzo de 1810, y en su segunda página encontraremos este curioso aviso para los interesados:
"Quien quisiere tomar por su cuenta el desmonte que se ha principiado á exccutar en el parque del Real Palacio de esta corte y terraplén del camino de la Florida, acuda á la casa habitación de D. Juan de Villanueva, arquitecto mayor de S. M., calle de S. Pedro y S. Pablo, n.º 15, donde se manifestarán las condiciones, y se fixará el precio de cada vara cúbica, incluso su transporte."
Imagino a cuántos arquitectos les gustaría poder ver a este Juan de Villanueva en su etapa de mayor esplendor, pero también presentado como persona real y encargada de cosas aparentemente tan prosaicas como la del desmonte de un túnel. Otros personajes menos conocidos hoy, pero no por ello menos considerables, aparecen junto al arquitecto dentro de la misma sección de avisos. Es el caso del latinista Luis de Mata y Araujo, al que estoy dedicando mis horas de estudio durante estos días:
"El profesor de latinidad y humanidades D. Luis de Mata y Araujo, que ha enseñado hasta aqui las gramáticas castellana y latina , buena versión &c., por el método simplificado y fundamental, se ha mudado de la calle de los Jardines á la de Fuencarral, casa núm. 2, quarto principal, frente á la de Astrearena , donde continuará enseñando lo siguiente: 1.º la gramática general razonada, cuyos fundamentos, aprendidos con solidez y brevedad, facilitan la inteligencia de todas las lenguas: 2.º la gramática castellana, ó sola á los que no quieran aprender otra, ó combinada con la latina ó francesa: 3.º la versión de las lenguas latina y francesa i la diferencia de lengua á lengua, y la propiedad latina: 4.° las antigiüedades, historia, mitología , y demás ramos de una buena educación: 5.º los elementos de retórica y poética. Si algún caballero quisiere aprender la lengua castellana, se le dará lección en las horas después de la clase. Se admiten pupilos y medios pupilos."
Como la fecha del diario nos indica, estamos en los tiempos de José I, el apodado "Pepe Botella". No en vano, por ello el túnel de Villanueva recibe el nombre de "Bonaparte". Como vemos, la vida seguía en Madrid, a pesar de la Historia. El túnel Bonaparte me sirve hoy como fabuloso túnel del tiempo. FRANCISCO GARCÍA JURADO