El turbo-arroz que viene

Por F.guiral - S.pérez

El Buen Transgénico**

El trigo, el arroz y el maíz suponen la principal fuente de calorías en la dieta humana en todo el mundo. Todos ellos son cereales, de modo que comparten muchas características biológicas, pero se distinguen en una fundamental: el modo en que realizan la fotosíntesis.

La fotosíntesis es el proceso que comparten las plantas, las algas y algunas bacterias y que les permite captar CO2 de la atmósfera y convertirlo en azúcares, liberando oxígeno como producto de desecho. Es la base de la vida en la Tierra: prácticamente toda la biosfera depende, directa o indirectamente, de ella.

Sin embargo, existen distintas formas de realizar este proceso. En el caso de los cereales que nos ocupan, el trigo y el arroz realizan un tipo de fotosíntesis denominada C3, que es la más común entre las plantas y sin embargo se caracteriza por ser muy poco eficiente: para convertir el CO2 en azúcar consumen más agua y energía que las plantas de tipo C4, como el maíz. En términos agronómicos, los cereales C4 son mucho más productivos que los C3, con un menor consumo de agua y fertilizantes.

En un mundo superpoblado, en el que los recursos naturales ya escasean, aumentar la producción agrícola no es un asunto sencillo. Los procedimientos tradicionales para la mejora de cultivos, así como su mecanización, parecen estar tocando techo, por lo que se necesitan ideas nuevas y arriesgadas como la se plantea en el proyecto C4 rice: ¿por qué no convertir el arroz, que sustenta actualmente a más de 3000 millones de personas, en una planta de tipo C4? Científicos más convencionales podrían responder que es una tarea imposible. Que para conseguir esta transformación sería necesario modificar genes cuya función apenas se conoce, alterar la anatomía de las hojas e introducir rutas metabólicas completas en el arroz actual.

Sin embargo, la avalancha de nuevos conocimientos que sin duda generará este proyecto bien podría merecer la pena, incluso si no se consigue el objetivo final. Así lo creen en el IRRI (International Rice Research Institute), al que pertenece este equipo de científicos con laboratorios e instalaciones en Europa, Australia, Norteamérica y Asia, y la fundación Bill and Melinda Gates, que financia la investigación. Durante los próximos años, sus esfuerzos se unirán para desarrollar el próximo Turbo-arroz. 

** El Buen Transgénico es un blog especializado en información,  noticias y comentarios acerca de los organismos modificados genéticamente, sus ventajas y por qué son criticados sin fundamento.