Para muchos aficionados jóvenes la incorporación de Shaquille O'Neal supone una nueva pieza veterana para este equipo tras las realizadas desde aquel verano de 2007 con Kevin Garnett y Ray Allen. Con aquellos dos grandes traspasos los Celtics se hacían con dos futuros Hall of Fame de 31 y 32 años respectivamente y lucharían por un título que finalmente conseguirían tras pasar de 24 a 66 victorias en Temporada Regular y 21 años de sequía. Aquella plantilla mejoraría trascendentalmente a mitad de campaña con el fichaje de otros dos excelsos veteranos: Sam Cassell (37) y PJ Brown (37), uno de los mejores bases de la última década y el que para muchos fue el mejor "cuatro" defensivo de la Liga durante mucho tiempo, este último semiretirado en su casa de Nueva Orleans. Su aportación fue clave para la consecución del título, tras lo cual colgaron las botas definitivamente.
Fichando jugadores veteranos y comprometidos con el equipo, los Celtics labraron una década de los 80 dorada y lo están haciendo en este final de la primera década del Siglo XXI. Las contrataciones de Jermaine O'Neal (32) y Shaquille O'Neal (38) son sólo una larga lista de una tradición que ha ayudado a forjar la leyenda de los Orgullosos Verdes.