Sinopsis:Disculpas por la traducción
William Graves es el último de los canallas de Feagan. El que fue un día ladrón de tumbas se convirtió en médico real, que ha dedicado su vida a salvar a otros, porque sabe que no hay manera de salvarse a sí mismo. En especial, no una dama como Winnie. A pesar de no merecerla, no puede resistirse a su tacto. No puede controlar su pasión, ni tan siquiera frente al peligro.
Winnie, la duquesa de Avendale, no conoció la paz hasta que su brutal marido murió. Con William ha descubierto el deseo ardiente y el poder curativo del amor. Pero ahora, enfrentada por el pasadoque pensaba que había dejado atrás, Winnie debe enfrentarse a sus miedos... o arriesgarse a perder al único hombre que puede cumplir todos sus sueños.
Opinión personal
Y con este relato corto le ha llegado el turno al William, el último de los chicos de Feagan. Siempre comento que no me suelen gustar estas novelas tan breves. La autora consigue que la historia me guste y siempre, siempre, me quedo con ganas de más.No tengo muy claro que en el momento en que Lloraine Heath inició la saga de los Huérfanos de St. James tenía ya las cinco historias montadas, pero me ha parecido un buen acierto juntar a estos dos protagonistas. Para las que no hayáis leído la saga, Winnie tiene una especial importancia en la primera entrega «En la cama con el diablo». Se trata de la amiga de Catherine y me ha parecido como si la autora con esta unión intentara cerrar un círculo.Winnie era una joven dulce que vio como su vida se marchitaba en manos de un marido maltratador. Cada día esa dulzura iba desapareciendo con cada golpe que él le daba y cada vejación que recibía. Ahora es una superviviente y tras la muerte de Lord Avendale, está intentando reconstruir su espíritu y volver a ser esa joven que una vez creyó que la vida merecía ser vivida. Le está costando abandonar la estricta vida que llevaba y dejar atrás ese encierro voluntario en el que se encuentra salva y segura. Pero hay cosas que todavía no ha superado y que cuesta mucho dejar atrás. William Graves es su ángel de la guarda. Él fue el que la arrancó de las manos de la muerte y en él encuentra la fuerza para apoyarse día a día.
La relación entre ellos es bastante pasional. Es un relato corto en el que pasan bastantes cosas, así que, de forma lógica, la autora no tiene mucho espacio para desarrollar su relación de una forma pausada. Deja que el lector se lo imagine, ya que dura ya tres largos años en los que ambos luchan contra sus sentimientos. Ambos por los mismos motivos: ninguno de ellos se siente merecedor del amor del otro.A pesar del carácter físico de su relación, han sido amigos desde hace tres años y se conocen bastante bien, pero creo que la autora ha decidido destacar la parte física de su relación. Es posible que con el fin de jugar con el sentimiento de culpabilidad de Winnie, quien a pesar de llevar tres años viuda, todavía se siente encerrada en su matrimonio. No puedo contar mucho sobre la historia ya que spoilearía mucho la primera entrega de la saga y no tengo ninguna intención, pero en general me ha gustado.
A pesar de ser una novela corta la autora condensa una buena trama alrededor del personaje de Winnie. Sabe crear expectación sobre el hecho en concreto que está afectando a su vida. Siendo una novela romántica, el resultado final es previsible, pero aún así, intenta jugar con varias posibilidades. La que al final elige me ha parecido acertada ya que aprovecha para solucionar dos cosas en una misma escena.
Con este relato, por fin, doy por concluida una saga que me sabe muy mal que no hayan seguido publicando. Era uno de mis retos para el 2015, leer los libros que tenía pendientes en inglés y reto conseguido. La historia de Grave me ha parecido un buen broche final, he disfrutado de su lectura y me ha gustado reencontrarme con el resto de huérfanos y sus parejas.
Ficha del libro: - Web de la autora:
Pepa