Spoiler
Tras el épico final del episodio anterior, con Caesar ante el portón de Sinuesa del Valle a punto de derribarse por las llamas y el arriete, en este episodio llamado Spoils of War, tuvimos lo que pedíamos, más sangre y el primer encuentro.
Los romanos invaden Sinuesa y todos los gladiadores y demás esclavos deben retirarse a toda prisa por el portón sur, gracias a Gannicus y Donar que se ofrecieron a un bloqueo suicida para conseguir ganar tiempo.
Pues si un episodio en el que Gannicus habrá sabido ganarse más fans si cabe, volviendo como un héroe, sobretodo tras rescatar a Laeta que fue regalada al pirata Herácleo, (quien se creía muerto tras el corte en la cara de Spartacus) por Crassus aún siendo esta romana.
Un Caesar más poderoso que nunca, la bestia se transforma en romano tras el corte de pelo y el afeitado, aunque no puede ocultar sus instintos y su ambición. Y esto se muestra claramente tras la charla con Tiberius, que aunque vimos un atisbo de crueldad tras la violación de la esclava de Crassus, debe aprender ‘la diferencia entre un dios y un mortal’ para no medirse con Caesar, y esto lejos de ser una frase hacia él, se lo demostró tras la encerrona que le preparó en la La Carnificina.
Veremos ahora como superan en el acantilado próximo avance de Crassus, por lo pronto tras los desanimos por el asedio, un rayo de alegría llega al ver llegar a Gannicus de entre los muertos junto a Sibyl y una Laeta herida que parece ser que sobrevivirá. Ahora si que volvió esa suposición de que Laeta y Spartacus tendrán algo, retorcido si tenemos en cuenta que él es el que asesinó a su marido.
En resumen uno de los mejores episodios de esta temporada, dejando como imagen favorita esta de Gannicus tras haber superado al grupo de romanos como arroja el medallón que Crassus le entregó a Herácleo al suelo ante un Caesar herido por el mismo, mientras protege a Sibyl a su espalda.
Y para los más desesperados les dejo con la promo del próximo episodio, Mors Idecepta en el que llega la primera batalla de verdad en esta guerra y donde una vez más Crixus y Spartacus tienen diferencias que soluconar.