Last action hero (John McTiernan, 1993. EEUU): un director cerca de su mejor forma (la de Depredador) firmó a principios de los 90 un estupendo vehículo de metacine de comedia y acción con Schwarzenegger en la cúspide de su popularidad (justo después de Terminator II; a partir de aquí ya iría, lenta pero progresiva e inexorablemente, hacia abajo), sin la sutileza del Woody Allen de La rosa púrpura del Cairo pero proporcionando un genial entretenimiento. Un viejo proyeccionista regalará una entrada con- sin saberlo- poderes mágicos a un chaval fan de una serie de películas de acción de Arnold Schwarzenegger para poder ver, antes que nadie, la última del actor. Acabará introducido en el film y viviendo mil y una aventuras con el personaje. Parodia, de primerísima categoría, y muy digna mofa, de un género que esta mole humana alimentó durante bastantes años y cuyos algunos de sus mejores exponentes vinieron paridos por su realizador. Fue vilipendiada en su día. Excesiva por los cuatro costados pero ciertos y memorables momentos como el del Hamlet de Laurence Olivier denotan un interés y una inteligencia en el guión más altos de lo esperado. Muy disfrutable.
El último gran héroe (Last action hero, John McTiernan, 1993. EEUU)
Publicado el 25 noviembre 2015 por Juanjo85Last action hero (John McTiernan, 1993. EEUU): un director cerca de su mejor forma (la de Depredador) firmó a principios de los 90 un estupendo vehículo de metacine de comedia y acción con Schwarzenegger en la cúspide de su popularidad (justo después de Terminator II; a partir de aquí ya iría, lenta pero progresiva e inexorablemente, hacia abajo), sin la sutileza del Woody Allen de La rosa púrpura del Cairo pero proporcionando un genial entretenimiento. Un viejo proyeccionista regalará una entrada con- sin saberlo- poderes mágicos a un chaval fan de una serie de películas de acción de Arnold Schwarzenegger para poder ver, antes que nadie, la última del actor. Acabará introducido en el film y viviendo mil y una aventuras con el personaje. Parodia, de primerísima categoría, y muy digna mofa, de un género que esta mole humana alimentó durante bastantes años y cuyos algunos de sus mejores exponentes vinieron paridos por su realizador. Fue vilipendiada en su día. Excesiva por los cuatro costados pero ciertos y memorables momentos como el del Hamlet de Laurence Olivier denotan un interés y una inteligencia en el guión más altos de lo esperado. Muy disfrutable.