La subespecie norteña de rinocerontes tiene una previsión nefasta con los días contados.
Dos hembras, Najin (hija de Sudán) y Fatu (su nieta) son las únicas que quedan, las dos residen en la Reserva Natural Keniana de Ol Pejeta. En este mismo lugar desde 2009 vivía el último rinoceronte blanco macho, Sudan.
No obstante, no está todo perdido puesto que el semen de Sudán se ha guardado para intentar inseminar con él a su propia descendencia y conseguir que su especie no se extinga aunque esto de por sí es bastante complicado.
La salud de Sudan (con unos 45 años de edad) estaba empeorando en estos últimos meses por una infección en su pata derecha.
El portavoz de la Reserva Ol Pejeta comunicaba el martes pasado:
“Su enfermedad empeoró significativamente en las últimas 24 horas; era incapaz de ponerse de pie y lo estaba pasando muy mal”.El final de este rinoceronte ha sido la eutanasia, una decisión muy difícil de tomar por todo el equipo del recinto natural junto al veterinario del zoológico checo (Dvur Králové) y KWS (Servicio de Conservación de la Fauna Keniana).
Sudan alcanzó gran popularidad después de una campaña lanzada en la red social Tinder por los responsables de Ol Pejeta para conseguir los 9 millones de dólares necesarios para desarrollar las técnicas de fertilización asistida válida para estos animales.
Su perfil lo describía de la siguiente forma.
"Soy único. Soy el último rinoceronte blanco macho en el planeta Tierra. No quiero parecer un aprovechado, pero el destino de mi especie depende, literalmente, de mí. Actúo bajo presión. Mido 1,82 metros y peso 2.267 kilos, por si esto importa".La caza furtiva de estos animales ha ayudado a su inminente extinción durante años debido al precio (superior al precio del oro en el mercado asiático) de sus cuernos que lo convirtieron en un producto muy codiciado por decir que tienen propiedades afrodisíacas y curativas.
Un comité formado por veterinarios, ecologistas y expertos en fauna salvaje de Kenia, República Checa, Reino Unido y Sudáfrica re reunió por el año 2007 para tratar de salvar la vida del último espécimen vivo de rinoceronte blanco macho del norte.
Sin embargo, Sudan era demasiado viejo para aparearse, por lo que la única esperanza para mantener con vida a la especie era la fecundación artificial, algo que hasta hoy nunca se ha intentado con rinocerontes.
La esperanza ahora es que las dos hembras puedan ser inseminadas con semen procedente de machos de rinoceronte blanco del sur.
La reserva ha anunciado en su cuenta de Twitter que ha recogido material genético de Sudan (esta subespecie goza de mejor salud y su número se mantiene, aunque con dificultades) con el objetivo de "intentar la reproducción del rinoceronte blanco del norte a través de las tecnologías celulares avanzadas".
Artículo 183; Las formas del relieve costero
Artículo 185; En edición