NUESTRA OPINIÓN...
Nuestra historia está llena de acontecimientos que pueden servir como base para escribir la mejor de las novelas. Y para muestra un botón.En 1958 tras una fuerte tormenta, un labriego que vuelve a su casa con su mujer y su hijastra desde Toledo, hacen un alto en el camino en Guarrazar y, por casualidad, en medio del barro que se ha formado, encuentran, bajo una especie de lápida, una serie de objetos que a primera vista parecen bastante valiosos y que el aguacero ha dejado al descubierto.
Esperando que nadie les vea cogen todo lo que encuentran y, ya en casa, se dan cuenta de que aquellos objetos son bellas piezas de oro adornadas de gemas por las que seguro que pueden sacar un buen dinero. Eso sí, es importante que se mantenga en secreto que las tienen y cómo y dónde las han encontrado.
El último tesoro visigodo tiene como eje central el hallazgo de un fabuloso tesoro de la época visigoda que estuvo escondido durante más mil años y que sólo la casualidad hizo que fuera descubierto. Un tesoro formado por unas piezas de un valor incalculable, no sólo por el oro y las gemas de las que estaban hechas, sino por la factura de unas piezas únicas realizadas por grandes orfebres.
Unas piezas que desataron la codicia de mucha gente y que formaron parte de uno de los expolios más importantes que ha sufrido España. Tan importante, que se trató en las sesiones del Congreso de los Diputados, y en el que la diplomacia española tuvo que entablar conversaciones con la francesa a fin de negociar un acuerdo por el que se devolvieran las piezas a España, una devolución que los franceses no estaban muy por la labor de efectuar y a la que no hacían más que poner trabas, retrasando dicha entrega una y otra vez.
A partir de estos hechos, José Calvo Poyato construye una historia en la que realidad y ficción se mezclan sin fisuras para trenzar una trama con buen ritmo narrativo con la que el lector disfrutará sin ningún género de duda, y más si la novela histórica se encuentra entre sus preferencias.
Una novela llena de intriga, con toques negros, en la que además el autor refleja a la perfección la picaresca tan arraigada en nuestro carácter, y que a la vez ha despertado mi curiosidad por una época de nuestra historia poco tratada en la literatura como es la visigoda.
Otro de los puntos que me ha llamado mucho la atención ha sido lo fácil que era sacar en el Siglo XIX cualquier pieza arqueológica de valor de España para su venta en el extranjero, y cómo se dieron los primeros pasos para la creación del Museo Arqueológico y para legislar en la materia y así impedir esta situación, e intentar cuidar nuestro rico patrimonio histórico artístico que tanto se había saqueado por los franceses durante la Guerra de la Independencia y posteriormente por la Desamortización. Un patrimonio al que tan poco valor se había dado y cuidado hasta entonces (en la actualidad a veces la situación no es mucho mejor).
El último tesoro visigodo es una novela llena de intriga e historia, con una estupenda ambientación, muy bien documentada, en la que el autor fusiona realidad y ficción sin que la primera lastre en ningún momento el ritmo de una novela que está magníficamente narrada. Me encantan estas novelas en las que además de disfrutar de una buena lectura, descubro hechos desconocidos de nuestra historia que además me invitan a buscar y profundizar un poco más en ellos.
FICHA DEL LIBROFRAGMENTO