La realidad fue otra. No lo hizo porque durante la primera mitad se limitó a marear el balón como un equipo de balonmano. Mucho amor, poco sexo. De hecho, si alguien creó peligro ese fue el United, que en dos contragolpes aislados inquietó a Neuer más que todo el Bayern a De Gea.
El equipo alemán arrolló en posesión (casi del 80%), tuvo más ocasiones, muchas más, pero lo cierto es que el portero español del United solo apareció para despejar con una estirada un disparo lejano de Robben. El Bayern en su intentó de desesperar al rival con sus posesiones infinitas acabó a veces por desesperarse a sí mismo. Su fútbol solo encontraba cierto peligro cuando llegaba a las botas de Ribery y Robben. Ahí, la velocidad del juego se multiplicaba. Y también el peligro para su rival. No obstante, sus pases de la muerte no encontraron nunca rematador, conMüller ejerciendo de falso nueve.
Nada que ver con el United, que con muy poco, mucho menos, creo suficiente como para haberse ido al descanso con 1-0. En el minuto 3 el árbitro anuló aWelbeck un gol por un discutido y discutible juego peligroso sobre Javi Martínez. Y antes del descanso al propio Welbeck le temblaron las piernas en un mano a mano ante Neuer, que se agigantó para cortar el intentó de vaselina del inglés y arreglar el ingenuo fallo deBoateng.
El United salió con más intensidad en la segunda mitad y en su tercera ocasión encontró el premio del gol en un cabezazo de Vidic, que remató a placer un saque de córner para hacer el 1-0.
Enfadó el United a la bestia y el Bayern tardó menos de 10 minutos en arreglarlo, con una combinación exquisita, de banda a banda, que acabó en gol deSchweinsteiger. Con el 1-1, los dos equipos se repartieron las ocasiones y el partido acabó con dos malas noticias para el Bayern. Schweinsteiger, por ver la roja tras una entrada a Rooney, y Javi Martínez, por amarilla, se perdarán la vuelta. El United respira, por eso y por el resultado.