Antes de que existiese la existencia, si es que no existió alguna vez, la nada era tan infinitamente nada que todo era nada absoluta. Pero no podía ser todo nada absoluta porque la absolutidad es una imposibilidad.
Tampoco podía ser todo nada infinita, aunque la nada no existiese, porque la infinitud es otra imposibilidad; tenía que existir algo, aunque ese algo fuese un algo subjetivo o infinitamente pequeño. Tuvo que existir la nada y su no absolutidad, que forzosamente tenía que ser una contrariedad de la nada. De esa manera, la contrariedad nada existencia unida en un cúmulo infinitamente pequeño, tan pequeño que era casi la nada, producirían cada vez más existencia; o dicho de otra manera: evitando continuamente la absolutidad de la nada, la nada y la existencia formando un infinito ínfimo cúmulo compactado de energía de sus propias contrariedades producirían cada vez más existencia.
Toda absolutidad se evita con una contrariedad. Para que la existencia originase cada vez más existencia tenía que haber en la propia existencia una permanente contrariedad, la inducida por la nada. Una forma binaria de existir, que matemáticamente significaría que tienen que existir el cero y el uno, o el cero y otro cero diferenciador (o la nada infinita y su contrariedad la nada ínfima); porque con todos los ceros iguales y todos los unos también iguales, no existirían las matemáticas binarias, no se podrían producir ningún resultado matemático binario. Con la nada sola, sin su contrariedad la otra nada (la nada hecha existencia), no existirían las matemáticas de la existencia, no existiría la existencia, todo sería nada. Por lo tanto, la existencia se multiplicó, gracias al orden matemático binario: nada ínfima y su contrariedad la nada infinita, que posibilitaron una contrariedad binaria transformada en la primera esencia o alma de la existencia; la cual evolucionó o se multiplicó ordenada binariamente creando más esencias binarias, gracias a la constante contrariedad sufrida en la nada ínfima provocada por la nada infinita. Como las ínfimas esencias de la nada no podían crecer o engrandecerse por sí mismas, necesitaban esa contrariedad de la nada infinita que les inducía a crecer binaria ordenadamente, de la única forma que pueden las matemáticas binarias crecer: conforme a un orden binario, y así de esa manera, bajo ese orden matemático binario se ha creado todo lo existente.
Como la nada infinita no tiene tamaño, ni energía porque es totalmente nada, su contrariedad tuvo que ser algo infinitamente ínfimo, tan ínfimo que sería casi la nada. Con lo cual, esa infinitamente ínfima existencia sería la primera esencia de la existencia que en forma de contrariedad cero tendría la posibilidad de multiplicarse empezando por el cero de su contrariedad como nada hecha existencia y el cero inalcanzable de la nada absoluta que le produjo esa contrariedad tratando de evitar la absolutidad. El producto de todo eso, sería más esencias, más existencia, más resultados binarios producidos en orden binario.
Esa primera esencia era inexistencia que sólo existía por ser la contrariedad de la nada. Esa esencia cero tenía energía cero que unida a la inducción de la energía cero de la nada infinita, cumplían con las matemáticas binarias de la existencia. Es decir, el cero de la contrariedad de la nada, de esa esencia, y el contraste del cero de la nada infinita, eran dos sin energías distintas, eran dos oposiciones diferentes, que muy bien se podrían identificar como si fuesen por ejemplo: la esencia el cero y la nada infinita el uno, o viceversa. De esa forma, se originaron las matemáticas binarias de la existencia. De esa forma, la primera esencia se multiplicó binariamente produciendo con su orden o escalón matemático un sin fin de esencias binarias; lo cual permitió que cada esencia se multiplicase también, sin que ninguna esencia fuese idéntica aunque tuviesen el mismo resultado exacto, ya que cada esencia por ocupar un lugar distinto tiene distinta identidad jerárquica. De esa manera se originaron las matemáticas de la existencia, las cuales siguiendo el orden matemático binario han conseguido formar un orden o mundo matemático, al que todo lo existente pertenece.
Una esencia binaria no es nada, no representa nada, es nula o cero energía, pero infinidades de esencias o números binarios representan una energía, una existencia; la cual, multiplicada por infinidades de infinitas infinidades de esencias es el resultado de todo un Universo. De manera matemática se construyó el Mundo, en el que con orden matemático se sigue ordenando y construyendo, en el que los números binarios cero y uno son como si fuesen los representados por la minúscula "nada" ínfima y la mayúscula "NADA" infinita, que de manera inevitable se tienen que componer con orden para así poder crear permanentemente cada vez más existencia de forma binaria.
Teniendo en cuenta, que debido a esa contrariedad dual o repulsión dual de la nada infinita contra la nada ínfima (esencia de la existencia) la existencia atrae a la existencia y la nada atrae a la nada, lo cual justifica aún más el que lo existente sea un orden matemático binario.
Autor: Salvador Sánchez Melgar
Artículo del mismo autor sacado del libro: Las leyes de la nada y otras teorías. Que podrán encontrar en editorial Bubok
http://www.bubok.es/libros/190402/LAS-LEYES-DE-LA-NADA-Y-OTRAS-TEORIASPensamiento, ciencia, vida, alma, ideas nuevas, inventos nuevos,
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