Hoy en día hay muchos usuarios que navegan por Internet mediante tablets, smartphones y otros dispositivos, así que debemos tener muy en cuenta a estos usuarios para que visualicen la página web con la misma satisfacción que si estuvieran accediendo a través de un ordenador.
La solución que se ofrece hoy en día es lo que llamamos webs responsivas, páginas web programadas en HTML5 y CSS3 que se adaptan a los diferentes tamaños de pantalla reorganizando el contenido, escalando las imágenes y/o simplificando el menú.
La etapa de diseño de la página web varía un poco con respecto al diseño web estándar, ya que debemos tener en cuenta qué pasará con los elementos según la anchura de la pantalla donde visualizaremos la página web. De este modo, es interesante hacer un boceto en papel para saber cómo se estructurarán los diferentes elementos según la resolución de la pantalla.
Creando una página web responsiva, con una sola versión de HTML y CSS, se cubren todas las resoluciones de pantalla y se evita crear una página web específica para cada dispositivo, ya que con este sistema se adapta la navegación, interacción y lectura a cada dispositivo