El uso de la homeopatía desciende un 80% en los últimos seis años, según la web Tratamientos y Enfermedades

Publicado el 17 mayo 2018 por Comunicae @comunicae

No es nueva la lucha entre aquellos que defienden y aquellos que rechazan la homeopatía. Sin embargo, en los últimos tiempos, gana fuerza la idea de que la homeopatía es en realidad una farsa que no ofrece verdaderos resultados y cuyo único fin es hacer que los pacientes derrochen su dinero. La razón de que esto sea así, es que nunca se ha podido demostrar la eficacia real de esta mal llamada medicina natural. Y es que son hasta 1800 los estudios realizados por sociedades científicas de prestigio que han concluido que la homeopatía no funciona, algunos de ellos de instituciones tan relevantes como el Ministerio de Sanidad Australiano o la Sociedad Británica de Farmacología.

Esta pseudociencia sigue moviendo millones de euros a pesar de no haber podido demostrar nunca sus resultados contra enfermedades, pero las personas que apuestan por ella cada vez son menos. De hecho, la gran mayoría de las personas que prueba un tratamiento homeopático, no repite, y también es mayor el número de personas que desconfían de estos métodos inicialmente. Según los estudios realizados al respecto, entre los años 2011 y 2017, el número de personas que utilizó tratamientos homeopáticos se redujo de 10 a 2 millones, lo que da una muestra de la desconfianza que empieza a generar este método.

La homeopatía se basa en ofrecer un producto teóricamente natural para ayudar a curar ciertas enfermedades o para reducir sus síntomas. El problema, es que las llamadas diluciones se obtienen a partir de la reiterada dilución de un principio activo en agua, lactosa, sacarosa o alcohol, hasta llegar a un punto en el que prácticamente ha desaparecido. Este es uno de los principales motivos de descrédito para la comunidad científica, puesto que, a todos los efectos, sería como estar consumiendo agua.

Desde la web especializada en medicina, Tratamiento y Enfermedades, aconsejan acudir siempre a un médico titulado y profesional, y optar por tratamientos con verdadera base científica para asegurarse de estar luchando contra la afección o enfermedad. De otra forma, los riesgos para la saludo son de diversa gravedad.

Preguntas y respuestas sobre la homeopatía
El conocimiento es lo más importante a la hora de tomar una decisión propia sobre el mejor tratamiento para una enfermedad. En cuanto a la homeopatía, hay determinadas cuestiones que se deben conocer para que nadie se deje engañar.

Homeopatía y medicina
Aunque en ocasiones se denomina medicina homeopática a esta pseudociencia, lo cierto es que no tiene nada que ver con la medicina real. No parten de la misma base, porque mientras que la medicina busca curar una enfermedad, la homeopatía solo busca actuar sobre los síntomas.

Cuál es su base científica
Como ya se ha demostrado, no existe base científica para la homeopatía. Los pocos esfuerzos que se han realizado para tratar de garantizar su eficacia, han acabado como fracasos totales que no hacen sino desacreditarla. Un medicamento homeopático únicamente podría actuar como el placebo, de modo que serían los propios mecanismos del organismo de los pacientes los que curarían la enfermedad. Por supuesto, esto no ocurriría en casos de enfermedades muy graves.

Composición de un medicamento homeopático
Los principios activos se diluyen tanto que en el producto final apenas queda rastro de ellos, y es imposible demostrar que su consumo tenga algún tipo de efecto sobre la salud de las personas. La composición principal de la homeopatía es agua, aunque también puede ser la lactosa, la sacarosa o el alcohol.

Por qué se vende en farmacias
Existe todo un negocio creado en torno a la homeopatía, y legalmente cuentan con una situación muy ventajosa. Las farmacias aprovechan también esta circunstancia, y se benefician del desconocimiento de la población general para generar ingresos. A pesar de que tanto los médicos como los farmacéuticos pueden aconsejar el uso de estos productos, lo cierto es que no cuentan con ningún apoyo científico.