El Uso de las TIC en la Educación

Publicado el 18 abril 2014 por Diego Gómez @elcuentazo
Esta semana tuve la oportunidad de conocer una buena iniciativa de un grupo de profesionales cuya tarea divulgativa a través de su canal YouTube se hace efectiva en un evento semanal que nombran #HangoutON. Entre su variedad de temas de interés está la Educación, tema que es de mi entero placer y motivo por el cual me notificaron sobre una corta mención en una de sus charlas semanales, dicha mención se basó en el texto compartido hace unos meses titulado: El Docente como Community Manager de su Clase.

El tema tratado el pasado jueves 10 de abril fue sobre el Uso de las Redes Sociales y las TIC en la Educación (¿Cómo se escribe: TIC o TIC's?) y a lo largo del debate logro destacar una variedad de asuntos que para mi son una sorpresa, pues hace días tenía la inquietud de conocer la percepción que tienen los maestros de países Europeos frente al uso de las TIC, destrezas, patrocinio institucional y estatal. Lo que logro descubrir es que al parecer no existe una brecha muy amplia entre las carencias latinoamericanas y las de países insignas de europa como España, es decir, sus preocupaciones y temas de discusión no eran muy distintos a las preocupaciones que en Colombia por ejemplo notamos.Para mi fue casi imperceptible un caso de éxito destacado por los participantes, en cambio, todo el debate surge en torno a las limitaciones que se tienen en cuanto a la posibilidad de implementar estrategias que incluyan las nuevas tecnologías, esto no quiere decir que dichos casos no existan, pero lo que deja entrever es una preocupación colectiva sobre un posible atraso o erradas posiciones de la comunidad educativa en medio de una realidad que incluye la virtualidad y el uso de adminículos digitales.

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EL USO DE SMARTPHONES EN LA EDUCACIÓNRetomando en concreto uno de los puntos que los participantes de este Hangout plantean, se viene a mi mente una efímera insatisfacción que en el ambiente formativo donde según mi experiencia las instituciones educativas reinciden cada vez con más intensidad. Se trata de la contradicción sistemática de prohibir el uso de Smartphones en el aula, de tal forma que satanizan una herramienta que por si sola es un potente medio complementario para el aprendizaje, que a la vez y sin desconocer luz y oscuridad se presta para la dispersión en los objetivos de la clase.Mi insatisfacción parte de una visión optimista o quizá idealista de la función del maestro, visión idéntica de donde nació el artículo mencionado al inicio, donde se le sugiere al docente/maestro ser protagonista de los ejercicios de integración digital en el aula de clase. No se le puede prohibir a un individuo el porte de su equipo para la conectividad con el argumento de su mal uso, cuando en efecto, se le prohíbe dentro del lugar de formación por excelencia, el cual debería asumir la responsabilidad de enseñarle a darle un buen uso. Es una paradoja que tiene sólo una explicación y que fue bien descrita por +Linda Castañeda señalando que es más fácil condenar la herramienta ignorando el problema educativo de fondo, que en este caso es la debida instrucción y sensibilización para un uso crítico de las herramientas digitales. Cuando me expreso en términos de "insatisfacción" responde a situaciones específicas cuando al querer buscar un autor, ampliar información sobre un tema, definiciones conceptuales etc. Me siento atemorizado por la norma, pues ésta me señala y me impide ejercer un proceso de aprendizaje significativo con el uso de mi teléfono celular.LAS TIC EN LA EDUCACIÓN TRASCIENDEN MÁS ALLÁ DEL AULAPoner en práctica cualquier actividad acorde con lo que expongo en este texto es exitosa en la medida que los receptores asuman las TIC como una herramienta más, presente e indispensable cual lápiz y borrador, que se creen hábitos académicos alrededor de la conectividad y la complementariedad constante entre dispositivos. En resumen, como frase de cajón y además, como lo anota Freire en una de sus cartas, nadie da de lo que no tiene, es por ello que se convierte en una utopía querer exigir un comportamiento creativo, innovador y pertinente si de entrada los maestros no se dan a la tarea de demostrarlo asumiendo los elementos tecnológicos que ya hacen parte del minuto a minuto de estudiantes y padres de familia, no se puede ignorar esa realidad, en vez de ello se debe aprovechar como insumo de transformación que trascienda en la mente del alumnado, creando actitudes/aptitudes digitales correctas y productivas.