Estos problemas se traducían en las dificultades que tenían para pagar a sus jugadores, la presión que ejercía el banco Bancaja sobre el club por sus deudas y la paralización de la construcción del nuevo estadio ché. A esto también se les suma la imposibilidad de vender el actual estadio, Mestalla, lo que propicia que la contrucción del nuevo estadio se retrase.
El pago a los jugadores parece ser que se solucionó pero el resto de contratiempos aún siguen ahí.
Manuel Llorente, el verano pasado logró retener a sus máximas estrellas(Mata, Silva y Villa) pero este año ha sido inevitable. Hace cosa de un mes, el delantero asturiano David Villa puso rumbo a Barcelona por la redonda cantidad de 40 millones de euros. Este dinero era ingresado en las arcas del club, lo que supuso un balón del oxígeno para el club.
Durante estas últimas semanas se ha estado especulando sobre la salida también del otro David, David Silva. Precisamente a este jugador no le faltaban pretendientes, ya que muchos equipos punteros de Europa se interesaron por el jugador canario. Al final, hace pocos días se ha confirmado el traspaso del jugador al Manchester City por la suculenta cantidad de 33 millones de euros.
Con la venta de Silva y Villa, el Valencia acumula más de 70 millones de euros, de los cuales parte irán a fichajes de talla media y el resto a tapar agujeros en el club.
El único que queda por salir es Juan Mata. El más joven de los tres cracks del Valencia es el que más se resiste. Este jugador está muy cerca del F.C.Barcelona según anunciaron los principales diarios españoles pero esa información fue desmetida por el presidente valencianista hace pocos días. Este sería la puntilla final a una nefasta gestión de Manuel Llorente al mando del Valencia, al que ha llevado casi a la quiebra. Se especula que el Barça pagaría 20 millones de euros por Mata, que a mi parecer es una cantidad asombrosa por un jugador al que le falta explotar.
Si al final el club vendiera a Juan Mata, el Valencia se embolsaría más de 90 millones de euros. Es cierto que han sacado buena tajada por las ventas, eso nadie lo niega pero ahora el Valencia se queda como un equipo cualquiera en España y en Europa. Antes era un grande, y ahora sufre para serlo.
El precio que han pagado por tener un nuevo estadio es demasiado grande. Han dejado marchar a los máximos representantes de su fútbol para poder seguir manteniendo el club, algo que ningún ché se lo perdonará al actual presidente.
Este club ha entrado en decadencia desde que Manuel Llorente cogió el cargo de presidente, esperemos que alguien con un poco más de cordura y buen hacer sepa remediar los errores de este individuo.