Debe ser impresionantes, los artículos y fotos que he podido leer y ver, sorprenden. Pero más alucinante debe estar allí y verlo con tus propios ojos. Vivirlo en tus propias carnes.
Las mariposas de la especie Callimorpha quadripunctaria son las protagonistas de este espectáculo de la naturaleza.
Hacia finales del mes de mayo, cuando empieza el calor y las lluvias han finalizado, miles de mariposas de esta especie invaden el Valle de Petaloudes, en el sur de Rodas, atraídas por por el aroma de los árboles Liquidambar orientalis.
La resina de este árbol es la causante de esa atracción debido a su aroma penetrante, distintivo y muy fuerte. Cuando las mariposas llegan al valle, empieza su apareamiento. Los machos que estaban en las copas de los árboles, debido a que es el lugar más protegido contra sus posibles predadores, vuelan hacia la zona más baja del bosque en busca de las hembras. Esta especie de mariposa es activa sobre todo durante el crepúsculo.
Lo curioso de este fenómeno es que las mariposas se encuentran quietas ahorrando energía después del apareamiento. Se fijan a los troncos de los Liquidambar o en sus hojas.
A medidos de septiembre, abandonan el valle cargadas de huevos, que dejarán en distintas zonas de la isla. En abril los huevos se abrirán y saldrán las larvas y en mayo se convertirán en crisálidas y en junio mariposas adultas y volverán a viajar al valle de su nombre y empezar otra vez el mismo proceso.
El paisaje de este valle es impresionante. Lugares con cascadas, piedras cubiertas de musgo, un lugar muy especial y sobretodo para las mariposas.
Si vais a visitarlo, debéis ir en silencio, no molestar a las mariposas, que están a lo suyo. Mirar el vídeo no es muy bueno, pero así podéis conocerlo un poco mejor.