Equipo de SOCUDEBA, en producción de Mermelada La Neibana.
Bodega Plaza Cacique, Neiba. Envasado de vino, bajo responsabilidad de INUVA.
Escrito por Luis Herasme.
NEIBA, Prov. Bahoruco. Los jardines de uvas del Valle de Neiba, en la Región Enriquillo o Suroeste dominicano, ya no solo sonríen a los visitantes nacionales y extranjeros, quienes por su condición de turistas llegan en busca de deleite y esparcimiento.
En su otra realidad, en la actual, los viñedos también sonríen de corazón y de alma a sus cultivadores, quienes ahora ven asomarse el verdor de la esperanza por las nuevas oportunidades de mercado y mayor valor agregado a su producción.
La incertidumbre por los bajos beneficios llevó a cerca de la mitad de los productores a abandonar el cultivo en el curso de 15 años. El problema mayor venía dado por la falta de mercado y los bajos precios.
En la actualidad, 220 productores cultivan unas 2,200 tareas distribuidas en sus respectivas parcelas, en Neiba y Galván. En conjunto, producen cada año alrededor de 30 mil quintales de la variedad aramón.
De esa totalidad, el 20% es destinada a la producción de vinos y mermeladas.La uva restante, el 80%, es vendida por mujeres e intermediarios en pueblos del Sur y Santo Domingo.
El volumen para derivados puede alcanzar un mínimo de 50 y un máximo de 70% en los próximos 5 años%, debido a la reciente instalación de una agro industria de mermeladas y al propósito de establecer otra fábrica de vinos, adicional a la que existe.
Este año, por intermedio del Instituto Nacional de la Uva -INUVA-, la Sociedad de Cultivadores de Uvas y Derivados de Bahoruco -SOCUDEBA-, y las Asociaciones "Plaza Cacique", "Cerro Al Medio" "La Guama " y "La Sábila", elaboraron 80 mil botellas de vino para las canastas navideñas que distribuye el Plan Social de la Presidencia.
Esas 80 mil botellas generarán 11 millones 200 mil pesos, a lo cual se agrega una producción de 40 mil mermeladas, vendidas a un monto de 2 millones 40 mil, para un total en venta de 13 millones 600 mil pesos (RD$ 13,600,000)
Mario Pérez Medina, director de INUVA.
Para el director de INUVA, Mario Pérez Medina, nunca antes el sector había estado en mejores perspectivas. Confía que mayor cantidad de personas se interesará por cultivar uvas y que otros proyectos, además de los citados, pueden ser ejecutados, entre los que mencionó posibles fábricas de jugos, pasas y vinagre, a través de las asociaciones.
Dijo que si finalmente se logra que el 80% de la producción sea utilizada en fabricación de de derivados, quedaría definitivamente resuelto el problema de falta de mercado.
Pérez Medina, dijo no tener la menor duda de que una parte de productores que abandonaron sus plantaciones a causa de las pérdidas, retomarían el cultivo y que otros incursionarían por vez primera.
El Terreno apto para las Uvas.
"Este cultivo, que llama a la divinidad y a evocar al señor
Jesucristo, se desarrolla en armonía con una tierra en que el agua penetra, moja la planta y se despide a toda prisa", expresa la viticultora Yuberky Jáquez, presidenta de la Sociedad de Cultivadores de Uvas y Derivados de Bahoruco -SOCUDEBA-.
Expresa que el terreno adecuado para el cultivo de la vid es el pedregoso, arenoso arcilloso, por los los huecos que tales condiciones permiten, lo cual facilita una buena aireación y la entrada y salida con facilidad del agua, para no dar más de la que la raíz exige.
Concluye la señora Jáquez que mientras pobres y pedregosos parezcan los terrenos, mejores y más ricos serán para las uvas.
Historia.
Aunque superficialmente se asegura que en su segundo viaje a la isla, el 22 de noviembre de 1493, Cristobal Colón trajo desde España algunas variedades de uvas que no se especifican, es a partir de 1938 cuando el enólogo español José Santo, a solicitud de Rafael Leónidas Trujillo, introdujo en Neiba las variedades Aramón, Málaga y Cabernet, de la cual sólo la primera se adaptó.
Cuando ya la aramón se había adaptado y popularizado, Trujillo sigue interesado en otras variades. Contrató para tales fines, en 1957, al enólogo Manuel Telles De Vasconsello, de Portugal, pero ninguna otra variedad, independientemente de que se haya adaptado al clima, fue asumida por los cultivadores.
En la actualidad, la variedad Tempranillo, una uva de grano pequeño, pero también de buen sabor, aroma y color, es también cultivada en la zona, aunque tímidamente.
Por su tamaño, no califica como uva de mesa, pero sí para ser mezclada con la aramón en la elaboración de vino y mermeladas.
La Apuesta está echada.
Neiba se reabraza a sus uvas y cifra en ellas su mayor oportunidad de alcanzar su desarrollo económico, contando con su ingeniosidad y el apoyo del gobierno dominicano. Editado en Neiba, Cabecera de la Provincia Bahoruco, República Dominicana.