"El valle del asombro" de Amy Tan

Sinopsis

La espera ha valido la pena. Amy Tan, aclamada autora de El Club de la Buena Estrella,regresa con una maravillosa novela de madres e hijas, logros y pérdidas, secretos y deseos. 1912, Shanghái. Violeta es la hija adolescente de Lulú, una estadounidense propietaria de la mejor casa de cortesanas de la ciudad. Siempre a caballo entre dos mundos, y viendo cómo Lulú evita hablar del pasado, Violeta no acaba de encontrar su lugar, y está convencida de que su madre no la quiere. Pero antes de que puedan arreglar sus diferencias ambas serán víctimas de un engaño que las separará, llevando a Lulú de vuelta a San Francisco y convirtiendo a Violeta en cortesana. Años después, y como si el destino fuera una condena a la que no pueden escapar, Violeta sufrirá también los reveses de la suerte, y se dará cuenta de que su única oportunidad de encontrar la felicidad pasa por enfrentarse al pasado, compartir sus secretos y profundizar en la complejarelación entre madres e hijas.

Datos Técnicos
Editorial: Planeta
Título Original: The Valley of Amazement
Número de páginas: 688 Encuadernación: Tapa dura ISBN: 9788408124801 Año de edición: 2014 Precio: 22,50€
Sobre el autor: Amy Tan
Impresiones
A muchos de nosotros nos ha llamado siempre la cultura oriental, por su misterio, las costumbres tan opuestas a la nuestra. Y gracias a este tipo de autores podemos adentrarnos un poco más en ella.
En este caso Amy nos adentra en la tan difícil profesión de las cortesanas y sus pormenores. Con relación a este tema podemos observar, para mi gusto, demasiadas similitudes con el libro Memorias de un Geisha, si bien el comienzo no es el mismo; nuestra protagonista aunque se ha criado en una casa de cortesanas porque su madre es la dueña, cuando van a cambiar de vida y viajar a San Francisco, la vida les da un revés y Violeta termina vendida a una casa. Es aquí, en este punto de giro, donde encontramos todas las similitudes. Es cierto que esta historia se desarrolla en China y la novela de Arthur Golden, en Japón, pero hasta existe un personaje que se llama igual “Calabaza”, y creo que hay más recursos.
Al principio se hace lento y la trama tarda en avanzar, pero es un punto de partida en el que nos muestra a casi todos los personajes que irán apareciendo en toda la historia. Sin este comienzo, en el que nos muestra a pinceladas las incógnitas de la vida de la madre de Violeta el resto de la historia carecería de sentido.
Está narrado en primera persona, intercalando las voces de algunos personajes principales e introduciendo numerosas cartas que nos llevan de la mano para conocer todo el pasado incompleto de Violeta, que nunca conoció a su padre y creía, en su niñez, muerto; pero que jugará un papel muy importante en la última parte.
Los personajes gracias a la extensión de la novela les conocemos en profundidad. Aunque a alguno desgraciadamente se le echa de menos casi al principio de la novela. Con esto quiero decir que la autora podría haber retomado a algún personaje que nos presenta como importante al comienzo y que luego abandona de un plumazo; como ocurre con una ayudante de Lulú (la madre de Violeta) que hubiera dado mucho juego en una parte complicada de la trama.
La riqueza de Amy sería que a la hora de describir ;no lo hace con descripciones pesadas, y dando un montón de detalles que llegan a cansar, no, describe de otra forma, con hechos, con situaciones, da pinceladas que nos llevan a visualizar un conjunto. Se adentra en un montón de temas como la revolución, la opresión, el rechazo a lo estadounidense, a problemáticas propias de las mujeres de la época como el vendaje de los pies… pero no se recrea, por lo que la lectura es más fluida y dinámica, es más poético se podría decir, más metafórico.
Con respecto a la historia en sí misma, no es lineal en su conjunto, la parte central que comprendería el planteamiento y el nudo sí lo es en cuanto a cronología, el desenlace echa una mirada a atrás, para volver a la época en la que se desarrolla la historia. Si bien la sinopsis nos expone que se trata de una historia de madres e hijas esto únicamente nos lo encontramos en profundidad al principio y al final. El eje central trata de la propia incertidumbre y crisis de identidad que sufre Violeta. De su dura vida y como la mujer no es frágil y que lucha por lo que quiere. Y que hay gente dispuesta a estar ahí siempre no importando la condición que se tenga. La premisa fundamental que nos propone Amy es el amor y el cariño.
Una lectura muy recomendable, con alguna cosa a mejorar, dado que el desenlace es un poco precipitado, habiendo dado más protagonismo a otras partes de la historia. Pero en su conjunto y con respecto a su cualidad literaria nada se puede objetar.

Por Rocío Carralón
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