Tomando al peón como unidad comparativa, es decir, asignando al peón el valor de uno, a las piezas de ajedrez les asignaremos la siguiente puntuación:
Peón -> 1 punto.
Caballo -> 3 puntos.
Alfil -> 3 puntos.
Torre -> 5 puntos.
Dama -> 10 puntos.
Esta escala de valores es bastante simple pero, basicamente, es correcta. Obviamente, la valoración de las piezas cambia en base a la posición de las mismas sobre el tablero; así, en determinadas posiciones, un alfil puede ser superior o inferior a un caballo, una dama puede ser superior o inferior a dos torres o, incluso, una torre puede ser inferior a un alfil. No obstante, en lo que respecta a esta primera fase de este tutorial de ajedrez, los valores arriba indicados, pueden utilizarse perfectamente para analizar si un cambio de piezas o peones, resulta o no conveniente.
Al rey, al ser una pieza que obviamente no puede ser cambiada, no resulta necesario incluirle en estas valoraciones. No obstante, al llegar el final de una partida de ajedrez, su fuerza puede resultar fundamental a la hora de inclinar dicha partida a nuestro favor. Por ello, al rey se le suele asignar una fuerza de 3 puntos, semejante a la de un alfil o un caballo, cuando participa en el ataque.