El valor de tejer tu propia red social

Por Davidtorne @davidtorne

¿Mides el tiempo que pasas haciendo cosas “reales” y relacionándose con otras personas?

En su día internet y el hecho de estar conectado me pareció un potenciador increíble. Las posibilidades eras inagotables. Tenías cualquier cosa al alcance de tu mano: información, conocimientos, posibilidad de relacionarte con personas a las que nunca habrías podido tener acceso…

Después de todos estos años me doy cuenta que hay un reverso tenebroso. Cuando más conectado – en línea – estoy,  más me desconecto del mundo real, de las personas y de lo que sucede a mi alrededor.

Me doy cuenta que el hecho de estar en línea me roba tiempo para estar en el mundo real, para estar con personas y hacer actividades que muchas veces nos resultan intrascendentes pero que aportan un valor que la conexión virtual no te da.

Una conversación casual, hacer algo recreativo o únicamente pasar tiempo con otra persona…

Tan intrascendentes y tan importantes. Somos animales sociales y la relación con los demás nos aporta un valor intangible que no puedo explicar, me reconforta y cuando estoy ante una pantalla, del ordenador o del smartphone, eso se desvanece.

La sustitución de una conexión cara a cara por una de asíncrona y no presencial aumenta la cantidad de contactos reduciendo su calidad. Conectar con alguien de forma virtual puede ser un primer paso pero para llevarlo a otro nivel se necesita contacto presencial.

Por ejemplo, conectar por linkedin puede ser un primer paso pero sin networking cara a cara habrá propuestas que nunca se plantearan. El contacto genera confianza y asienta la relación.

La mayoría se queda con el paso inicial y decide no profundizar.

De alguna manera todo esto se nos ha ido de las manos. La conexión o la presencia virtual es un comportamiento que ha comenzado a sustituir actividades cara a cara de nuestra vida cotidiana.

Me encanta ver las fotos del hijo de mi prima pero a día de hoy todavía no les he visitado pese a vivir en la misma ciudad.

La fuerza más importante de nuestros días es la conveniencia. Nos decantamos por el más fácil aunque no sea lo mejor para nosotros.

Puntear nuestras redes sociales es más sencillo que interesarnos por las personas cercanas para saber cómo están. Visitar su perfil significa cumplir la cuota.

Buscar el contacto personal

Carl Newport, ingeniero informático que habla de cómo nos afecta la tecnología tiene este fantástico post sobre minimalismo digital (clic aquí)

“El minimalismo es un estilo de vida que ayuda a las personas a preguntar qué cosas aportan valor a sus vidas y eliminar el desorden para dar cabida a los aspectos más importantes de la vida: salud, relaciones, pasión, crecimiento y contribución” – The minimalists

El minimalismo digital cuestiona los recursos de comunicación digital, los comportamientos que se desprenden y el valor que aportan a nuestra vida. Eliminando de forma premeditada el ruido que generan  y optimizando el uso de aquellos que pueden mejorarse la vida de forma significativa.

Se trata de actuar de forma premeditada, intencional.

Se dice que una persona puede tener  una red de unas 150 personas: amigos, familiares, conocidos. Porque no trabajamos para afianzarla y ampliarla?

Cambiar las cosas

Del mismo modo que hay herramientas que miden el tiempo que pasas frente a una pantalla o trabajando tu ordenador, he decidido medir el tiempo que paso desconectado, inmerso en actividad social con otras personas.

Lo haré de manera manual, anotándolo en mi libreta o con una nota a mi Evernote. Me parece una métrica interesante para medir mi tiempo de calidad.

Es sólo un indicador para ver cómo evoluciona la cosa.

El otro pequeño paso es buscar contacto con las personas de siempre, que tengo a mi alrededor, familia y amigos. Intentar tener una conversación para conservar y mantener el contacto. Reforzar la red social más importante.

Ya está. Sin grandes planes que se que no funcionarán y facilitando el hacer en pequeño para conseguirlo de verdad.

¿Y tú qué? ¿Tienes la misma sensación? ¿Te preocupa? ¿Has intentado cambiar algún aspecto de tu vida? Cualquier comentario será bien recibido.

Photo by Liane Metzler on Unsplash