Después de muchos días de pelea contra los virus invernales, hoy me gustaría hablar de otros actores del sector turístico que pelean con la misma firmeza contra los problemas que es están sufriendo en su día a día: los palacios de congresos. El turismo de congresos y reuniones en España genera un gran número de posibilidades de negocio. Hay un gran mentor de muchos de los profesionales que hemos trabajado en la industria del turismo de reuniones llamado Julio Abreu, que dice que este turismo es el "solomillo del turismo", y sin duda, no le falta razón. Es el turismo más rentable que hay con un gasto turístico que triplica y según en que ciudades hasta cuadriplica el gasto del turista de ocio o de sol y playa. Cuando veo como la touroperación se afana en mostrar su músculo y cierto tipo de hoteles se afanan por hablar de su productividad y éxito turístico a través de la firma de "garantías" casi a granel, me pregunto si todos esos miembros del sector conocen de verdad la fuerza que tiene el turismo de reuniones; imagino que sí, pero aunque sea un tipo de turismo realmente productivo, a veces noto como el turismo de reuniones no está tan valorado como se merece, y algunos de los que mas lo sufren son los palacios de congresos. Podría estar dando razones y razones hasta finales de Marzo para demostrar que es el subsector turístico mas importante desde el punto de vista de la rentabilidad, la sostenibilidad (turismo natural aparte) y el respeto hacia la capacidad de carga. Por todo ello, teniendo en cuenta el beneficio que el turismo de reuniones produce de manera directa e indirecta a otros sectores económicos relacionados con el turismo en las ciudades que acogen reuniones, congresos y convenciones, como por ejemplo la restauración, las tiendas, el transporte, el ocio, etc, no entiendo como en ciertas ocasiones y con el desarrollo turístico que hemos adquirido, las decisiones políticas han de primar ('otra más') sobre el sentido común turístico. Madrid es la sexta ciudad del mundo en el ranking ICCA, lo cual quiere decir que Madrid es sede de decenas y decenas de congresos de gran volumen internacional, por no hablar de los centenares de convenciones y congresos de tamaño medio y carácter nacional. Precisamente por ser un destino demandado, un destino que poco a poco ha ido mejorando a nivel internacional gracias también a través del gran trabajo que realizan los compañeros del Madrid Visitors & Convention Bureau, Madrid no puede recibir el varapalo de ver como todos sus centros de congresos están cerrados salvo IFEMA y el Hotel Auditorium, que afortunadamente están recogiendo de manera brillante todo el negocio posible. Todos los cambios se han intentado hacer con la máxima discreción en este y otros congresos, pero no podemos dejar pasar el hecho de que un cambio de sede de un congreso de mas de 1000 asistentes en un tiempo récord es un trabajo casi mas arduo que organizar el propio congreso, como así ocurrió satisfactoriamente con 'Conama'.
Este gran congreso es un ejemplo de lo que supone tomar una decisión como esa, y para entenderlo mejor, no hay nada como extrapolarlo a un nivel internacional: Los propios dirigentes políticos son perfectamente conscientes del beneficio que genera el turismo de reuniones o MICE; y yo me pregunto si son conscientes que hasta la fecha, ya no solamente se ha tenido que cambiar a ritmo express las sedes de eventos ganados para Madrid debido a esos cierres sistemáticos, sino, ¿Qué pasaría con todos esos eventos internacionales que habían considerado Madrid como potencial sede, y encuentran (por muy temporal que sea) todos sus palacios de congresos cerrados?. ¿No podría haberse cerrado uno, y al reanudar su actividad cerrar el otro como bien sugiere Jesús Gatell?. Es obvio que estas decisiones políticas generen dudas en los prescriptores y organizadores de reuniones sobre si elegir Madrid para organizar su congreso o reunión, ya que puede pensar que es una ciudad en la que nadie le garantiza que sus responsables políticos decidan por ejemplo en 2015 ó 2016, fecha de la organización de su congreso, cerrar todos los palacios y dejarle sin el venue que ese organizador quería. España está beneficiándose turísticamente de los tristes conflictos existentes por la denominada "primavera árabe" en el norte de África, ganando una cuota de mercado que no se esperaba, ¿No se ha pensado que en el ámbito MICE podría ocurrir lo mismo por no poder ofrecer instalaciones de reuniones como un palacio de congresos abierto en Madrid?. Durante estos meses que han estado cerrados, ese negocio MICE se puede estar derivando a otras grandes capitales por este mismo motivo, y ojalá se lo quedara Barcelona, o Valencia, o Sevilla, o cualquier otra, y no saliera de España,...pero no siempre es así. Para intentar poner mi granito de arena, le diré a las personas que tienen que decidir sobre temas como éstos que el impacto económico generado por los palacios de congresos en España según APCE (Asociación de Palacios de Congresos de España) ha sido de 1.300 millones de euros en el año 2012. No hay mucho mas que decir ni que añadir. Un Palacio de congresos junto con sus profesionales tienen mucho más valor del que se pueden imaginar, y a la hora de tomar este tipo de decisiones hay que sopesar y valorar las posibles consecuencias económicas (directas e indirectas) y sociales que conlleva que por ejemplo la sexta ciudad del mundo del ranking ICCA no pueda ofrecer ningún palacio de congresos durante una serie de meses.