Ya hemos mencionado en la primera parte de este informe especial, que el yogur es uno de los alimentos esenciales en la dieta diaria de los niños, y por supuesto también de los adultos. Es por ello, que los pediatras aconsejan comenzar con la ingesta del mismo durante los primeros meses de vida del bebé.
Para mejorar el crecimiento de los pequeños, y asegurarnos que estamos aportando a su organismo una gran cantidad de nutrientes, nada mejor que incluir yogur en su alimentación cotidiana. Además es tan rico en sus variados sabores que por lo general a los niños les encanta.
A continuación te acercamos más información acerca de los nutrientes que aporta el yogur, uno de los alimentos más saludables para tu hijo.
Aporta grasas: No siempre las grasas son un elemento negativo dentro de la dieta, ya que depende del tipo de grasas que aporte cada comida.
En el caso del yogur, es importante mencionar que el aporte de grasas de este alimento es realmente escaso, ya que posee las cantidades necesarias que requiere el organismo.
Incluso su nivel de grasas puede llegar a ser totalmente nulo si optamos por consumir yogur del tipo desnatado, es decir a base de leche semi-descremada.
Es por ello, que el yogur es una excelente opción para sustituir los postre, sobre todo en el caso de los niños que se encuentran realizando un tratamiento de adelgazamiento para revertir un trastorno de obesidad.
Aporta hidratos de carbonos: El hidrato de carbono por excelencia en el yogur es la lactosa.
Según la definición de Wikipedia, la lactosa es:
“La lactosa es un disacárido formado por la unión de una molécula de glucosa y otra de galactosa (…) Al formarse el enlace entre los dos monosacáridos se desprende una molécula de agua (…) A la lactosa se la llama también azúcar de la leche, ya que aparece en la leche de las hembras de los mamíferos en una proporción del 4 al 5% (…) En los humanos es necesaria la presencia de la enzima lactasa para la correcta absorción de la lactosa. Cuando el organismo no es capaz de asimilar correctamente la lactosa aparecen diversas molestias cuyo origen se denomina intolerancia a la lactosa”.
En el caso del yogur su tolerancia es mucho mayor, en comparación a la leche, gracias a que sus fermentos lácticos logran transformar la lactosa en ácido láctico, lo que ayuda a mejorar la digestión de la lactosa.
Además, este proceso permite la absorción de la glucosa, la cual aporta energía al organismo, y la asimilación de la galactosa, que se trata de un glúcido de suma importancia para nuestro cuerpo y el de nuestros hijos, debido a que forma parte de las células cerebrales.
Vía | Libro “La alimentación infantil natural” de Paloma Zamora, Wikipedia
Foto | Citymama
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El valor nutricional del Yogur: Hidratos de carbono y grasas