En 1997, el instrumento WFPC2 (Wide Field and Planetary Camera 2) a bordo del telescopio espacial Hubble (NASA/ESA) fotografió la nebulosa del Velo proporcionando detalladas vistas de sus estructuras. Ahora, componiendo estas imágenes con las obtenidas por el instrumento WFC3 (Wide Field Camera 3), también a bordo del Hubble, se ha obtenido una imagen con mayor detalle que permite a los científicos estudiar hasta qué punto la nebulosa se ha expandido en los últimos 18 años.
Los astrónomos creen que antes de estallar la estrella produjo un fuerte viento estelar formando una especie de burbuja. Los brillantes filamentos no son otra cosa que el producto de la interacción de la onda expansiva de la supernova con las zonas más densas del borde de esta burbuja, mientras que los más débiles son generados por regiones casi desprovistas de material.
Disfrutad de esta bonita imagen que os brinda el Hubble y si os gustan las explosiones de supernova y las nebulosas de formas caprichosas, ¡no te olvides de votarme para los Premios Bitácoras 2015!
--¿Te interesa? Sígueme también en Twitter.