"EL VERANO DE LA NUTRIA" de Milagros Frías

Publicado el 05 septiembre 2011 por Marianleemaslibros
Milagros Frías ganó con esta novela, el XXI Premio de Narrativa Torrente Ballester 2010. Me ha tenido enganchada el poco tiempo que he tardado en leerla y me ha hecho meditar acerca de lo vulnerable que es la vida. 
Cuando las cosas no te van nada bien, resulta que al día siguiente, todavía te pueden ir peor y entonces podrás añorar la pequeña gota de felicidad que tenías. 
Y cuando te sientes realmente feliz y satisfecha con tu vida, en un abrir y cerrar de ojos todo puede cambiar y te puedes ver envuelto en una verdadera pesadilla. 
Aunque también puede suceder al contrario, que cuando ya estás a punto de sucumbir ante tanta adversidad, cuando te preguntas porque tiene que pasarte todo a ti, en un abrir y cerrar de ojos, la vida vuelve a dar un vuelco y de nuevo te sientes en armonía con el mundo.
Y algo así le sucede a Clara, nuestra protagonista, traductora de profesión, que acaba de comprarse un piso con su futuro marido, endeudándose hasta el cuello y a la que la vida parece sonreírle plenamente.
Pero de repente, sin ni siquiera sospecharlo, él la deja por otra y a partir de ahí, comienza el caos. "La vida en solitario cuando no se tiene vocación, es dura. Era preciso superar el duelo y obligatorio pasarlo para que las heridas cicatrizaran y todo volviera a su sitio".
Empezando a remontar, tras un largo periodo de tiempo de desesperación, el azar le brinda una sorpresa, se encuentra con las manos llenas de un dinero ganado en la lotería y sin saber qué hacer con su nueva situación.
Entonces, toma la peor decisión de su vida, una decisión que tantas veces después se arrepintió de tomar. "Irme sola por primera vez en la historia a un viaje inolvidable. Inolvidable"
Pero ella nunca podría haberse imaginado la pesadilla en la que se iba a ver envuelta. "No puedo evitar obsesionarme con esas vísperas en las que el rumbo de la existencia va a alterarse sin que un sexto sentido nos ponga sobre la pista para estar alerta por lo menos"
Y comienza su viaje de ensueño. "A posteriori me abrumó la bajada del avión, ese instante preciso en el que la tragedia aún no se han consumado, ese minuto crucial en el que hubiera podido dar marcha atrás, aún sin tener indicios de lo irremediable"
El pack contratado por internet de ese viaje de placer, nunca existió. Es secuestrada, violada, maltratada y lanzada en paracaídas desde una avioneta, en medio de la nada, en una isla que será su único hogar durante un largo periodo de tiempo. "Me habían abandonado a mi suerte como suelta una ímproba familia a su perro en la carretera, sin collar sin identidad y con un instinto atrofiado por la buena vida que servirá para que la agonía sea a cámara lenta. Luego suben al coche, los padres, los niños, todos a una dando con la puerta en las narices al antiguo amigo y se alejan aprovechando el anonimato que proporciona la culpa compartida y juran en arameo ante la perseverancia del animal que durante algunos kilómetros correrá tragándose el humo del tubo de escape y lo peor, poniéndose en evidencia"
Me encanta el periodo de su estancia en la isla como una auténtica Robinsona, a expensas de la intemperie, de los caprichos del clima, sin comida, bebiendo agua de lluvia, viviendo en una cueva, a fin de cuentas,  sobreviviendo y recordando momentos inolvidables del pasado. "Recuerdo bien el veranos de la nutria. Era una noche memorable, de promesas desperdigadas en el aire que a punto de materializarse penden de un hilo y según se desarrollen los acontecimientos cuajarán o no. Veníamos en grupo, Juan y yo en el centro, una pareja entre otras que surgían al calor del verano y concluirían con él. Por eso los sentimientos tenían la intensidad de lo perecedero. Se contagiaban de una nostalgia precoz y de una melancolía intuida, que las hacía tan poéticas como efímeras. A la vuelta, cuando salimos del cine y cruzamos el puente, vimos el hocico blanco de la nutria resaltando en el pelaje oscuro, Juan me cogió la mano y el mundo quedó en suspenso. Ese verano, fue el verano por excelencia, pues en él, los chicos y chicas empezamos a sentir que la felicidad era tan volátil como la infancia"



La llegada de un náufrago, rompe por unos días su solitaria rutina. Es Iryna, una rumana que ha corrido una suerte todavía peor a la suya, abandonada en una balsa a la deriva. Se vuelca con todas sus escasas energías en su nueva compañera de adversidades, pero al final, nada puede hacer por ella
Y muy poco tiempo después, contemplando el mar, le parece vislumbrar un yate que poco a poco se acerca a su isla. Ella está aterrorizada, tiene miedo de que vuelvan a hacerle daño, de encontrarse con los verdugos de su malograda amiga Iryna. Y así es. La pesadilla vuelve a comenzar...
Huyendo de Adam y Eric, los dos habitantes de la embarcación y miembros de una red internacional de trata de blancas,  se tira al agua con un simple flotador. Navega y navega un tiempo que a ella se le hace interminable, a expensas de los caprichos del mar, de las bajas temperaturas del agua, del sol abrasador, del frío intenso durante la noche. Y cuando parece que ya todo está acabado, cuando lo único que desea es sumirse en un plácido sueño eterno, su vida vuelve a girar 180 grados...
Un barco atunero la atrapa entre sus redes de pesca. Sus tripulantes sólo quieren ayudarla, cuidarla, darle ánimos para no desfallecer, pero ella sigue sintiendo miedo, un miedo atroz, un no creerse lo que le está pasando.

Pero cuando despierta en un hospital y es consciente de que al fin está a salvo, se siente orgullosa de si misma, de ese afán por subsistir, por superar todos los obstáculos, que le ha perseguido durante toda la pesadilla, piensa en el reencuentro con sus padres, su hermana.
Ya totalmente recuperada, en la embajada, conoce a Javier, escritor y agente del CIS que le ofrece un trabajo en su agencia y guardaespaldas para su protección. Se ha hecho famosa. Su desaparición fue una de tantas noticias de desapariciones inexplicables y existe el peligro de que Adam y Eric quieran venganza y quieran acabar con ella para evitar que les delate.
Pero el destino esta vez estará de su parte...
Y el final... este sí que es un final feliz, demasiado feliz. Reconozco que después de tantas páginas acompañando a Clara en su trágica experiencia, me supo a gloria y no esperaba más, que este maravilloso, también algo increíble final. Que por recuperar, recupera hasta el amor. Bueno al menos eso deja entrever en el último párrafo y posdata del libro "PD: para quien quiera saber el papel que el escritor desempeñó en mi vida, me remito a lo que decía Saint Exupéry de EL Principito, que quería saber cuándo iría a visitarle el zorro para preparar su corazón y disfrutar por adelantado. Exactamente eso hacía yo"