El verano de las segundas oportunidades de Morgan MatsonAutoconclusivo| La galera| 425 páginas
Cómpralo enAmazon, añádelo a Goodreads La familia de Taylor sea por una u otra razón no es una familia muy unida. Tienen poco tiempo para temas familiares. Pero todo cambia cuando el padre recibe una mala noticia y todos tienen que pasar el verano en una pequeña casa de la montaña en la que pasaban los veranos hacía tiempo.
Allí no solo volverán a encontrarse ellos como familia, sino que Taylor se reencontrará también con ella misma y con otras personas que parecían olvidadas en su pasado. Su antigua mejor amiga, y un antiguo novio que tuvo a los doce años que ahora con 17 está mucho más guapo.
Taylor que siempre ha sido de huir de las cosas, aquí se enfrenta a temas que no podrá eludir mientras el tiempo es el único enemigo que tiene. El verano es corto, pero lo suficientemente largo para las segundas oportunidades. De eso va este libro, de antiguos amigos, de antiguos amores, de la familia y de las nuevas oportunidades que te da la vida.
★★★★★
No recuerdo si en algún momento antes de leer el libro miré la sinopsis, no sé si antes de leerlo sabía de qué iba a tratar porque lo cierto es que elegí leer este libro simplemente por la autora, por Morgan Matson, porque ya he leído los otros dos libros que se encuentran traducidos (Amy y Roger, Desde que te fuiste) y ambos me encantaron así que no podía dejar pasar la oportunidad de leerme su nuevo libro y descubrir que nueva historia nos traía. Ha sido más triste y algo más tópica de lo que esperaba pero me ha hecho sufrir mucho.
En general me han gustado mucho los personajes por las relaciones pasadas y presentes que tienen, por el modo de desenvolverse y es que en general me gusta como la autora retrata a sus personajes de forma tan humana. Además me ha gustado que mezclara un tema triste como la cercanía de la muerte del padre pero combinado con el arreglar las cosas del pasado. Ha sabido dividirse en ambos temas sin dejar ninguno de lado, permitiéndonos conocer a todos los personajes, especialmente a la protagonista y no me ha sobrado absolutamente nada del libro. Bueno, tal vez me ha sobrado algo de sufrimiento pues el final no he podido leerlo de un tirón, me era imposible aguantar tanto sufrimiento de golpe y he tenido que ir en pequeñas dosis.
La evolución de la protagonista es uno de los aspectos más importantes de este libro. Debido a un malentendido que ella no se sintió capaz de afrontar, sus amistades se rompieron y eso la atormenta. Sin embargo, en este verano tan extraño que le toca vivir, se puede ver como va cambiando y decidiendo que es hora de cambiar, de dejar atrás el pasado y enfrentarse a cosas que pudieron ser una chiquillada y sería una tontería estar separados por ello. El hecho de que a su padre le quede unos meses de días también suponen un cambio significativo en la vida de la protagonista. Me ha gustado la evolución que ha tenido, sus pensamientos tanto del lado de su padre como el de sus amigos. Me ha parecido una historia muy humana y cercana que grita por luchar y hacer lo que uno quiere. La protagonista no es perfecta, en ningún momento intenta convencerte de ello pero lo que gana es que es humana, que tiene fallos, los conoce e intenta remediarlos cuando se ve capaz de ello pero, como suele suceder en varias ocasiones, a veces los sentimientos superan al propio personaje.
Warren es el hermano, un personaje de lo más peculiar. Es raro, pero raro de esos para echarle de comer aparte y por eso me he reído mucho con sus cosas porque, como dice la prota, a veces es difícil creer que es un genio por las acciones que tiene. Dentro de la familia también está la hermana que bueno, a parte de tener el momento de la fiesta de pijamas no ha tenido gran mella en mi. Se entiende que no haya sido un personaje demasiado importante porque como dice la prota no tienen una gran relación y se queda en un segundo plano.
Creo que el personaje al que menos toca es la madre sin embargo por supuesto que nos deja conocer al padre, pues al fin y al cabo es el que tiene cáncer y lo conocemos todo a través de Taylor. Su padre se convierte en un personaje muy especial para la propia protagonista y la autora logra que también sea especial para el lector a través de todas las cosas que nos cuenta Taylor. Un personaje amable, que sufre pero no quiere que los demás sufran, que solo quiere pasar su último verano pero no quiere que su familia se preocupe por él. Quiere vivir sus últimos meses como si fueran unos meses normales y pasar tiempo con su familia pero no de una forma que sea haga evidente que todo lo hacen por él. Quiere continuar con su vida normal y disfrutar de los pequeños placeres como cuando va a comer a solas con Taylor, disfrutar de los juegos de palabras... Es imposible no acabar cogiéndole cariño y sufrir por su destino porque, aunque durante gran parte del libro no hablan sobre ello, es algo que se encuentra en la atmósfera y hay algunos comentarios o pensamientos que realmente llegan a doler. Me ha encantado que a pesar de no estar 100% en el tema del cáncer y del padre, a pesar de que la historia se desvía a otros temas y se ve como se intenta evitar el que realmente preocupa, no hace que la historia sea menos dolorosa porque ya era lo suficiente triste saber desde el inicio la situación pero cada vez que Taylor pensaba algo o se conocía un poco más al padre se sentía como se partía un trocito del corazón. Lo cierto es que aunque a veces parecía que se dejaba este tema un poco de largo, cada vez que aparecía el padre y decía cualquier cosa daba una pena muy muy grande.
Otro aspecto es que, aunque los libros de Morgan Matson suelen llevar un romance, lo cierto es que nunca es el tema principal y a pesar de la portada española de este libro, el romance es algo que se toca muy hacia el final porque lo que suele tratar la autora es la amistad, en este caso tanto de Henry como de Lucy, una amistad que se rompió y ahora toca arreglar. Que eso lleve asociado un romance no quiere decir que el libro sea romántico porque si es eso lo que esperáis vais a quedar muy decepcionados. Y me encanta que sea así, que la autora se centre en todo tipo de relaciones dándole una mayor importancia a la amistad aunque a veces esta amistad desemboque en un romance. Añoraba esto de Matson, añoraba leer una historia tan humana donde en ningún momento se apresura sino que parece que la historia se lleva sola y el hecho de jugar con amistades del pasado queda todo muy cuco y adorable.
Como punto negativo y algo decepcionante es que me he encontrado con algunos tópicos que no me esperaba y, aunque el libro me haya gustado mucho, lo cierto es que ha sido bastante previsible. Durante la primera parte del libro intentan meter un misterio con lo que pasó hace 5 años y en cierta manera me esperaba algo grande pero no fue para tanto. El romance también ha tenido sus puntos tópicos, creo que ha sido el aspecto más previsible y tópico, y hay cosas que no me han gustado de los personajes en este aspecto porque odio que hagan lo de cometer el mismo error dos veces, porque es algo que está muy trillado y no me gusta. En general el romance no me ha parecido malo, de hecho me pareció bastante cuqui en algunos momentos pero ha tenido pequeños puntos que meh.
También me ha influenciado que la parte bonita del romance me lo leí en un día y a la semana siguiente me tocó todo el sufrimiento y el momento meh, por lo que la sensación final y que más recuerdo es la última pero lo cierto es que el libro casi me lo leí en dos días y la historia inicial me pareció muy cuca pero todo lo que me queda de recuerdo es esa angustia final porque por muy feliz que intente hacerlo el libro acaba siendo triste y no había otra manera. Y ya me da igual todo lo no relacionado con el padre porque al final es eso lo que se me ha quedado.
El verano de las segundas oportunidades es de esas historias que son tristes y felices al mismo tiempo y hace al lector sentirse un poco extraño cuando en un capítulo estás sonriendo y al otro aguantando las lágrimas pero me gusta que la autora haya sabido transmitir tan bien los sentimientos y llegar de esa manera al lector. Porque lo que me gusta de Morgan Matson es que sus historias son reales y tangibles y los feelings son reales, ya sean buenos o malos.