Cuando comprendes que tu verano no es como lo pinta el anuncio de moda de cerveza, cuando lo más probable es que te toque trabajar en una sofocante Madrid que arde en julio y agosto, cuando mires con recelo las fotos playeras en el Instagram de tus amigos, cuando sabes que, por mucha sandía, helado y tardes de piscina, los veranos ya no son lo que eran, es cuando empiezas a disfrutar de verdad del verano.
Porque puede que no montes una súper fiesta en la cala más preciosa de la playa, pero seguro que no falta una tarde en una terraza con la cerveza del anuncio y muchas risas sobre la mesa; porque puede que te toque trabajar cuando la gente se va de vacaciones, pero quizá es la mejor excusa del mundo para disfrutar de otra cara de la ciudad, más vacía, más desatascada, más tranquila. Porque la sandía, el helado y las tardes de piscina los vas a disfrutar igual. Porque quizá ya no aspires al verano de tus sueños, porque te apetezca mucho más hacer cada día de tu verano, un día de verdad.
Mañana, a pesar del Mundial y de las proclamaciones, llega de nuevo el verano. Decidle “HOLA” con vuestra mejor sonrisa. Espero que el cambio sea para bien y que disfrutéis cada instante que el calor, los mosquitos y las noches cortas os dejen.
Hasta el lunes, almas cándidas.