Recordado por varios nombres Vlad III de Valaquia , Vlad Draculea o como es más conocido "Vlad el empalador" fue un importante y controversial príncipe de Valaquia, famosa inspiración del legendario personaje de Bram Stoker, " El Conde Drácula" debido a sus sanguinarias prácticas.
Vlad era hijo de Vlad II Dracul de Valaquia y ascendió al trono liderando un ejército turco, tras la muerte de su padre y su hermano mayor, y aunque su primer reinado fue corto pues se vio obligado a huir, a su regreso consolidó su poder asesinando a todos los involucrados en la muerte de su padre, su hermano y a quienes sospechaba conspiraban en su contra, revolucionando rápidamente y por completo los asuntos de Valaquia al otorgar "dinero, propiedad y otros bienes" de sus víctimas a sus partidarios.
Su legado para el mundo ha quedado mayormente concentrado en sus actos de crueldad, las historias sobre sus asesinatos sanguinarios comenzaron a esparcirse mientras Vlad aún vivía, propagadas por cortesanos, que fueron apresados por el Conde, y descritas en cartas hacia el Papa Pío II, quien en 1462 incluyó dichas descripciones en sus Comentarios.
Un prominente cantor, avivó el fuego que propagaba dichas historias al basar su obra "Historia de un loco sanguinario llamado Drácula de Valaquia", en el testimonio de un supuesto monje que había conseguido escapar de la prisión de Vlad. De acuerdo al autor, Vlad ordenó empalar a dos monjes para ayudarlos a llegar al cielo, y acto seguido ordenó el mismo destino para su burro que no dejaba de rebuznar.
Otro escritor, Antonio Bonfini, también registró vastas anécdotas sobre Vlad en su " Historia Pannonica", alrededor del año 1495, su objetivo era favorecer la eliminación del Conde y su sustitución por el siguiente monarca y describió a Vlad como "un hombre de crueldad y justicia inauditas", sus historias se repitieron en la "Cosmografía" de Sebastian Munster , quien también dejó constancia de la "reputación de justicia tiránica" del Conde transilvano.
..."los mensajeros turcos vinieron a Vlad para presentar sus respetos, pero se negaron a quitarse los turbantes, de acuerdo con su antigua costumbre, con lo cual fortaleció su costumbre clavándoles tres turbantes en la cabeza para que no pudieran quitárselos".
Antonio Bonfini: Historia Pannonica
En 1480 se publicaron en bajo alemán , las obras que contienen los relatos sobre su crueldad, aunque se cree que fueron escritas a principio de la década de 1460, pues contienen descripciones de la Campaña de Vlad en el Danubio a principios de 1462, pero no hacen referencia a la invasión sufrida por Valaquia a manos de Mehmed II en junio de ese mismo año. Además proporcionan narraciones detalladas de los conflictos entre "El Empalador " y los sajones de Transilvania, que se ha demostrado se originaron en "las mentes literarias de los sajones".
Las historias de sus incursiones de saqueo en Transilvania están basadas claramente en relatos de testigos oculares, pues están provistas de detalles muy precisos, incluidas las listas de las iglesias que fueron destruidas y las fechas exactas de sus incursiones, dichos testigos lo describieron como un "psicópata demente, un sádico, un asesino horrible, un masoquista", sin embargo las historias que reafirman su crueldad deben ser leídas con precaución, pues sus actos brutales fueron probablemente exagerados ( incluso inventados), por los sajones.
Con la invención de la imprenta la historia de Vlad devino en una de las primeras superventas literarias
Además de estas obras existen varios manuscritos rusos que describen al gobernante. Escritos entre los siglos XV y XVIII copiaron su texto del eslavo meridional, se denominan Skazanie o Drakule Voievide. Las 19 anécdotas que comprenden son más largas que las historias alemanas y a pesar de que son una mezcla de realidad y ficción enfatizan la brutalidad de Vlad pero también subrayan que esta crueldad le permitió fortalecer el gobierno en Valaquia, por ejemplo en ellos se describe una copa de oro que nadie nunca se atrevió a robar de una fuente pues Vlad " odiaba robar tan violentamente... que cualquiera que causó maldad o robo... no vivió mucho", fortaleciendo así el orden público.
El controversial Conde falleció a manos de los otomanos, quienes invadieron Valaquia, a finales de diciembre de 1476 o principios de enero de 1477, cuentan que murió en batalla y que su cuerpo fue cortado en pedazos y su cabeza enviada a Mehmed II.
Los asesinatos cometidos por Vlad probablemente en la actualidad hubiesen sido considerados como crímenes de guerra, sin embargo siendo gobernante en un tiempo diferente donde la crueldad era mayor y las guerras más sanguinarias, no son pocos quienes consideran su figura como un regente cuya tiranía era justificada y que sus acciones salvajes eran necesarias para prevenir el despotismo de la nobleza local e instaurar el orden en su reinado convulso atemorizando a sus muchos enemigos.
En 1976, al cumplirse el V centenario de su muerte fue declarado Héroe Nacional de Rumania, y es considerado un hombre de estado que influyó favorablemente en el desarrollo de esta nación y cuya crueldad estaba justificada por fines políticos.
La visión de esta figura histórica como héroe de su pueblo, que cometió actos de horrenda crueldad en función de mantener su régimen, atemorizar a sus enemigos e instaurar un orden total en sus dominios o como un tirano psicótico que tomaba placer de los actos indescriptibles que cometía queda a criterio propio, lo cierto es que debido a los relatos de sus carnecerías ( exagerados o no), Vlad Draculea es el gobernante medieval rumano más conocido en Europa y el mundo entero y vive inmortal, en la obra de Stoker, convertido en el gran Conde Drácula.