El verdadero sentido crítico

Publicado el 05 abril 2011 por Mariosimonovich

Imagen: 33dmano.blogspot.com

Esta mañana regresaba de Lavalle en el coche y como se cortó el programa de Chiche Gelblum en la 100.3 decidí –después de mucho tiempo- volver a escuchar la radio UTN. Sintonicé el histórico Malos Días, del izquierdista y anticlerical Fabricio Pippi. Lo primero que escuché fue una fuerte crítica al cardenal Bergoglio porque citó a Jesús para decir que en el diálogo “hay que ser mansos y humildes de corazón”. Concretamente, el cardenal afirmó que “el diálogo es mejor que la crispación y el insulto” y pidió “enseñar que la mansedumbre es mejor que la agresión”.
Sí, seguro que ustedes dirán que hay que estar muy errados para defenestrar una de las frases que más bien ha hecho a la humanidad y que muy bien llevaron a la práctica figuras como Gandhi y San Alberto Hurtado, entre muchos. Decir lo contrario sería validar la idea de que en el diálogo hay que ser egoísta y soberbio de corazón, como lo fue en su momento Adolfo Hitler.
En realidad, la crítica se fundamentó en algo que tiene que ver con el periodismo: con humildad y mansedumbre de corazón se echa a perder el sentido crítico que caracteriza al periodista. Primero: ignorancia. No se puede reducir una afirmación tan grande a algo tan específico, como el sentido crítico. Si Bergoglio dijo que para dialogar hace falta mansedumbre, se trató de una afirmación con sentido crítico a lo que hoy caracteriza a la política, que en vez de valerse del periodismo para intercambiar puntos de vistas hoy utiliza el dinero público para fabricar medios propagandísticos afines al Gobierno, para dialogar consigo mismo y construir así una realidad alejada de la verdad y del consenso. Si hubiera mansedumbre y diálogo, quizá hoy habría prótesis para coronas dentarias en OSEP y también fondos para tapar los agujeros en las calles de Guaymallen, municipio K, ya que el dinero de la propaganda oficial se destinaría a cosas más cercanas a estos fines. La ignorancia viene en no entender el sentido de un mensaje religioso: en este caso transmitir la Voluntad de Dios para asuntos específicos.  Es un mensaje religioso. Pero como la izquierda no tiene visión trascendental, entonces manipula los mensajes religiosos.
Segundo: error en lo que significa mansedumbre.  El ideal del catolicismo es el amor al prójimo, el amor a los enemigos, el hacerse uno con los demás, la unidad y el ver a Jesús en las otras personas, para rescatar lo positivo. Es una actitud de vida que contribuye a construir un mundo mejor. Muchas personas han vivido con este criterio. Un ejemplo lo puse en este blog y es el del francés Raoul Follereau, que tras hacer una nota para La Nación se dedicó a la lucha contra la lepra. Su sentido crítico de periodista le sirvió para amar la realidad y molestar a las autoridades del mundo para que destinen el dinero de las armas a combatir esa terrible enfermedad. Para tener sentido crítico primero hay que tener claridad mental, para distinguir bien las cosas, sobre todo la verdad. Sin mansedumbre no existe claridad mental. No hace falta explicarlo.
Tercero: mal entendimiento del sentido crítico.  ¿De qué sirve tener un permanente sentido crítico si a la hora de hablar de la dictadura de Fidel Castro, los atropellos a los derechos humanos en China y la enorme corrupción económica e institucional de este gobierno, estos sujetos con permanente sentido crítico se quedan callados? Si uno critica las cosas buenas –o las afirmaciones buenas, como la de Bergoglio- y no critica a quienes manipularon a niños para escupir los afiches con la imagen de Mirtha Legrand, ¿acaso el sentido crítico no está funcionando totalmente al revés? Si es así (es decir, criticar lo bueno y elogiar lo malo) ¿acaso dejamos de ser periodista para convertirnos en propagandistas de la mentira?
El sentido crítico es parte del ADN del periodista. Pero para su correcto uso primero hay que sacar todos los virus del sistema operativo. En el periodismo, todas las influencias ideológicas que convierten las mentiras en verdades son los virus más peligrosos, porque la ideología reduce a un punto de vista un acontecimiento que para ser bien informado requiere del análisis de dos o más puntos de vista. Una vez que pasamos el antivirus sabremos distinguir qué cosas del mapa de la realidad necesita un verdadero sentido crítico (y lo analizaremos desde todos los enfoques posibles). Porque como institución, el periodismo debe apuntar a la paz y al entendimiento. Quienes no lo contemplen así siempre van a atacar al periodismo.
Para los que siguen este blog les sugiero que relean la nota sobre el periodista Raoul Follereau. Allí verán cómo el sentido crítico se convirtió en un instrumento para mejorar el mundo.
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