Unos ojos, una mirada, una chispa, una sonrisa. Palabras, palabras y más palabras. Cuatro pies, dos derechos que avanzan a la vez, dos izquierdos que les siguen. Dos manos que se tocan sin querer, unas mejillas coloradas. Diez centímetros eternos y el aire húmedo que sale de una nariz y estremece una piel que no es la suya. Diez centímetros eternos y dos corazones acelerados. Diez centímetros eternos y unas manos que se secan contra unos vaqueros. Un segundo eterno para recorrer los diez centímetros que separan tus labios de mi boca.
Machu Picchu. Foto: Sara Gordón
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