El domingo por la tarde recibí un mail que me tocó la fibra. Era Laura, a quien tendríamos que haber fotografiado y grabado el sábado en su boda con Adrián. No sé si sois capaces de haceros una idea de lo que supone que se acuerden de ti de esta manera.
Cuando en su día se pusieron en contacto con nosotros para que les hiciéramos el reportaje, les explicamos que no estábamos cogiendo bodas, y los motivos, y nos pidieron que al menos les hiciéramos el vídeo de agradecimiento porque tenían especial interés en que fuéramos nosotros. Nos halagó muchísimo, como os podéis imaginar, que pese a haber tenido que contratar a otra gente para el gran día, tuvieran tanta ilusión por un vídeo a lo Peripecia, y no podíamos -ni queríamos- decirles que no. Así que una mañana de mayo quedamos para retratar su historia al estilo del cine mudo, ya que llegaron a nosotros porque habían visto en algún sitio nuestra invitación de boda y querían algo igual.
Entre los cuatro perfilamos el guión. Laura y Adrián se conocieron en el trabajo, a lo Lady Halcón, pues él tenía turno de mañana y ella de tarde. Ese hecho no impidió que se fijaran el uno en el otro, y además propició momentos muy románticos en su historia porque se dejaban regalitos y notas en la mesa para que el otro se llevara una sorpresa. Tampoco podían quedar fuera los viajes, pues si algo son estos chicos, aparte de una pareja estupenda, es viajeros a más no poder. ¡Y qué viajazos se han pegado! Eso sí, el más emocionante, sin duda, ha sido el que han emprendido al proyectar un futuro común.
El mail de Laura me llegó en un momento en el que nosotros también estamos emprendiendo el viaje más importante de nuestra vida, y que es la razón por la que estamos un poco (mucho) retirados del panorama bodil.
Nacho siempre me dice que pongamos un cartelito en la web y yo me resisto. ¡Es que me da mucha pena! Tengo la sensación de que si pongo un cartel, Peripecia se muere, desaparece, y yo sólo quiero que se tome un descanso, pequeñito, es más, ¡no! sólo bajar el ritmo y enfocarnos en lo que podemos abarcar con nuestros respectivos trabajos diarios. Y, por qué no, darnos el gustazo de no andar pendientes de fechas, que así es como hemos vivido los últimos años (no por vuestras bodas, sino por nuestros asuntos), y largarnos a ver los mercadillos navideños de Basilea y Colmar en noviembre (cliclad y alucinad).
La cuestión es que después de unos años horrendos de montaña rusa emocional, banderillas a tutiplén, disgustos, más disgustos, y sobre todo mucho estrés, ha llegado el momento de vivir, recuperarme físicamente, de disfrutar de lo que sí tenemos y, en especial, de lo que está por llegar, pues tengo el "placerísimo" de informaros que vamos a ser los flamantes papás de un niño o una niña de Bulgaria (Dios y el IMMF mediante).
Por motivos tediosos de contar aquí, nos cuesta menos comprometernos con pequeñas sesiones (tipo embarazo, bebé, pequeños eventos, vídeos puntuales...), porque nos permite barajar mejor las fechas, más acorto plazo, pero me lo estáis poniendo verdaderamente difícil con tantas muestras de cariño.
No me gusta el autobombo, me da vergüenza, pero es que tengo que agradeceros el cariño de alguna forma, y al fin y al cabo este es mi megáfono. Mis queridísimos Paco y Paula que van a venir a Madrid para que le haga fotos al pequeño Francisco, Laura que espera lo mismo para su León, otra tocaya más que, desde el hospital, me escribió para retratar a la preciosa Ariadne que ha tenido con Miguel... O mails como el de Clara, que te hacen llorar y replanteártelo todo. Gracias, millones de gracias a los que entendéis que nos encanta conoceros y vivir con vosotros esos acontecimientos que son importantes. Gracias por impulsarnos a seguir y, sobre todo, gracias por subirme la autoestima cuando más lo he necesitado, en esos años en los que me he sentido menos e incluso nada. Por gente como vosotros disfruto tanto de lo que hago. Por gente como vosotros no puedo colgar ningún cartelito en la web, pues siempre querré acompañaros en vuestros grandes días.
Por eso esto no es una despedida ni un hasta luego ni nada, es un "psss, que sepáis que ahora estamos un poco remolones", y es que lo de embarcarse en un viaje como el nuestro también merece un poco de atención por nuestra parte, y de disfrute. Que ya nos toca. Como les toca también a los Laura y Adrián, que ya han iniciado la marcha de su viaje más emocionante. Gracias una vez más por acordaros de nosotros. Os deseamos todo lo mejor.
El viaje más emocionante from Peripecia García on Vimeo.