El despertar tras el trance actual es el inicio de un viaje sin retorno, en el que la arquitectura, lejos de sucumbir a la desazón, evoluciona junto a los conceptos de lugar e industria. Los patrones de movilidad se miden y representan junto a las infraestructuras físicas. El urbanismo se desmaterializa, aparece la arquitectura insinuada, del comportamiento. Los ciudadanos en continuo movimiento participan de la dispersión y la melodía contemporánea.
En este viaje, lo digital favorece no obstante al crecimiento orgánico y participativo, mediante la optimización, y por tanto, la ecología. No se carga ya con arquitecturas obscenas y pesadas, aisladas, encarecidas por la marca. Las arquitecturas que nos acompañen serán blandas, ligeras, autoportantes, que integren y articulen los tejidos. Hablamos de construcciones sostenibles en si mismas y capaces de adaptarse, sin sufrir enfermedades, a los cambios que experimenta un organismo vivo, el de la ciudad.
Un viaje en que se aprende a asimilar la velocidad que favorece a los procesos dinámicos, las migraciones y el turismo. En la ciudad del futuro el turista es un ciudadano activo más, un individuo susceptible de la nueva construcción como activadora de las funciones en un espacio. Se sustituyen el edificio aislado por la arquitectura integradora y articuladora de las estructuras. La implicación de múltiples partes, hacen latente el pulso de la ciudad y, de nuevo, la vinculan.
La poética pervive en que el individuo reclama para si la parte que le es común, haciéndola propia mediante la interactividad con el medio, disfrutando de los estímulos y la belleza que la arquitectura es capaz de ofrecerle.
El viaje vertical es el título del libro de Enrique Vila-Matas que sirve de reflexión y guía sobre el viaje de no retorno que inicia la arquitectura más contemporánea.
Irene del Valle de la Sen se sirve de la poesía como argamasa para la estructura de lo tangible. También estudió arquitectura técnica y arquitectura, y ha trabajado el latido de las ciudades desde diferentes campos.
Créditos de la imagen:
Imagen: Adoquines de Hamburgo en abril de 2011 (fuente: Irene del Valle de la Sen).