Sin vicio no puedo estar, vicio, vicio, sin vicio no quiera na, en tu casa, sin vicio no puedo estar, vicio, vicio.
¿Te suena? ¿No? Vale, eso significa que quizás me estoy haciendo algo mayor. Es una letra del grupo Reincidentes, que no veas cómo sonaba en algunos bares cuando yo tenía que haber estado entrenando más para convertirme en profesional, ejm…pero vamos, que no nos interesa ahora hablar de rock urbano, sino hablar de vicio, de los vicios, de eso que mueve en ocasiones al género humano.
Pero somos buenos chicos, somos cicloturistas, gente deportista que encuentra sobre la bicicleta tal descarga de adrenalina que no necesitamos buscar nada más allí afuera. Pero por si tuvieras en algún momento una duda, un instante de debilidad (oye, yo no los tengo, pero quién sabe) vamos a contarte los perjuicios que sobre tu organismo tendría el consumir alcohol, para alejarlo definitivamente de tu antaño pecadora vida. Y otro día, ya puestos (y esto va sin segunda, qué conste) hablamos del tabaco y te contamos también porqué deberías dejar esa molesta costumbre (aparte de porque apestas a todo el portal, claro).
Bien, ¿recuerdas cuando se decía que el consumo moderado de alcohol tenía ciertos efectos beneficiosos? Pues últimamente hay estudios que niegan la mayor…pero como no queremos ser los aguafiestas de turno vamos a mantenernos en esto del consumo moderado, señalando que por moderado entendemos unos 330 cc. De cerveza o la mitad, más o menos de vino. Vamos, que tampoco da para mucho, y además los beneficios que decían se derivaban de ello (reducción en el riesgo de sufrir enfermedades coronarias, aumento de la eficiencia del sistema inmunológico) resulta que son idénticos a los que nos regala el ciclismo. Y como entre pedalear y pimplar siempre elegimos lo primero (sí, ¿no?, estamos de acuerdo en eso) pues realmente en nuestro caso llueve sobre mojado (ejem) y podemos pasar perfectamente sin ese famoso consumo moderado que a veces se nos desmodera y nos crea problemas.
Porque realmente el alcohol no nos aporta absolutamente nada al rendimiento ciclista. Más bien al contrario, está lleno de contraindicaciones. La primera y más evidente es el elevado número de calorías que aporta el alcohol, calorías además de las llamadas vacías, que ya vienen sin aporte nutricional adicional y además son muy complicadas de transformar en energía de esa que se nos sale de las piernas. Así que si hasta estado afinando en las comidas durante semanas para intentar subir ese puerto tan conocido en menos de una hora y después caes en el embrujo de Baco…amigo, lo estás haciendo muy, muy mal.
Además, piensa que el alcohol deshidrata, pese a ser un líquido. En otras palabras, dejará tus músculos secos y serás más proclive a contraer una de esas simpáticas pájaras que nos han atacado a todos en alguna ocasión y que dejan sin fuerzas al más pintado.
Ahora nos ponemos un poco más serios…¿conoces esos geles recuperadores que muchos tomamos después de salir a entrenar con cierto nivel? Pues tanto ellos como la mayoría de las barritas energéticas que hay en el mercado contienen una buena dosis de taurina, un aminoácido que resulta muy interesante para favorecer la recuperación del ciclista. Pues bien está demostrado que mezclar esta taurina con alcohol puede ocasionar graves problemas de salud, especialmente en el sistema cardiaco, llegando a ocasionar en algunos casos (muy extraños, ¿eh?, no vayas a asustarte) arritimias, taquicardias e incluso infartos.
Con todo esto que te hemos comentado ya te habrás dado cuenta de cuál es nuestra idea respecto del alcohol. Ahora eres perfectamente libre de tomar una decisión u otra. Eso sí, intenta no mezclar nunca alcohol con esfuerzo físico intenso y consumo de recuperadores (no hablamos de que lleves un calimocho en el bidón, sino que tomes algunas cervezas justo al final de una marcha cicloturista) porque eso puede ser realmente peligroso para tu salud…